Primera parte del reportaje que publiqué en IDEAL el pasado domingo. Porque la mezcla de cine y jazz es… ¡cine con swing! Si no quieres esperar a las demás entregas, AQUÍ, completo.
En 1963, la cantante sueca Monica Zetterlund participó en el Festival de Eurovisión, quedando última clasificada tras conseguir la cantidad de… cero votos. Un año después, grababa su disco más famoso, junto al pianista de jazz norteamericano Bill Evans, iniciando una carrera internacional que la llevó a cantar con los músicos más famosos de los 70 y los 80. En su última gran gira, en 1997, Monica actuó en un festival de pop y rock. Paradójicamente, su voz y su interpretación encandilaron y entusiasmaron a la mocedad habitual en ese tipo de festivales.
La película “Waltz for Monica”, dirigida el año pasado por el sueco Per Fly, muestra las dificultades, contratiempos y sacrificios que conlleva cualquier carrera artística y, además, es una excelente muestra de cómo el jazz es un género musical abierto, en permanente evolución. Y de ello ha dado buena fe el cine, un arte que marida excepcionalmente bien con la popularmente conocida como Música Clásica del Siglo XX, no en vano, la primera película sonora de la historia del séptimo arte fue, precisamente, “El cantor de jazz”.
Además de haber servido como banda sonora para multitud de películas de todos los géneros y las épocas, el jazz, sus más famosos intérpretes, sus clubes más emblemáticos y todo el contexto que rodea a su nacimiento y desarrollo; han sido tratados por algunas películas que, si por algo se caracterizan, es por rezumar swing. Y be bop, como pronto veremos.
Pero, antes, vamos a mirar hacia delante. Porque si hay una película ante la que todos los aficionados a la música estamos expectantes, ésa es “Miles ahead”, título provisional del biopic de uno de los grandes mitos del jazz: Miles Davis, y que está siendo dirigida por el mismo actor que interpretará al genial trompetista: el oscarizado Don Cheadle, que ha organizado una campaña de crowdfunding para financiar un proyecto con el que llevaba soñando más de diez años.
Cuando un actor se involucra hasta tal punto en una película es porque cree en ella. De hecho, la intención de Cheadle no es filmar un biopic al uso, sino que le va a dar un tratamiento agresivo, como si fuera una película de gángsteres, una visión cubista y afilada de la vida de uno de los grandes genios de la historia de la música.
Coprotagonizada por Ewan McGregor, el punto de partida de la historia no está en los orígenes de Miles sino, muy al contrario, en un momento muy avanzado de su carrera, en un punto en que estaba extenuado, en un aparente callejón sin salida, hastiado de la música; cuando llevaba meses sin tocar la trompeta. Y con una idea en la cabeza: ampliar los registros del jazz para acercarlos al mundo del pop y del rock. Lo que serían los años eléctricos de Davis, que tanto hicieron por la evolución de una música llamada a desbordar sus aparentes límites. El jazz, la música de fusión por excelencia. Mestiza, abierta, influenciable; radicalmente libre.
Aunque hay otra película en preparación sobre la vida de Davis, más convencional, “Miles ahead” acapara las expectativas de los jazzeros más exigentes, también, porque la banda sonora de la película, que contará con la música original del trompetista, la va a firmar Herbie Hancock, artífice de la maravillosa música de “Round Midnight”, ganadora del Óscar de 1986.
Continuará
Jesús Lens