El pasado 10 de mayo, domingo, IDEAL publicaba la siguiente noticia en su edición digital: “Alerta sanitaria por la presencia de anisakis en boquerones vendidos en España”. Y continuaba advirtiendo que el producto afectado, fabricado en Andalucía, había sido distribuido por casi todo el país. En la fotografía que ilustraba la información quedaba clara la procedencia de lo boquerones intoxicados: Pescados Medina, de Almuñécar.
De acuerdo a la orden dictada por la Junta de Andalucía, la empresa quedaba suspendida cautelarmente y la fábrica, clausurada. ¿Cuál fue la reacción del temerario dueño de Pescados Medina y su esposa? Pasarse la orden por el forro de sus chancletas y seguir operando de forma clandestina, presuntamente. No tardaron siquiera un día en volver a la actividad. Desde entonces y hasta bien entrado julio, Pescados Medina siguió sirviendo su producto como si nada. Con un par.
Una de las cosas que debería conllevar el vivir en España es no intoxicarte al consumir alimentos. No sospechar de esa tortilla de patatas o de esa ensaladilla rusa que te ponen de tapa. No plantearte si la mayonesa estará en buen estado. No imaginar que una carne mechada como la de Magrudis provocará listeria. O que las conservas, salazones y delicatessen de Pescados Medina llevan anisakis.
Que un empresario de la alimentación al que le cierran el negocio por las malas condiciones sanitarias de su producto haga oídos sordos y siga con su actividad, como si nada, es una temeridad, un atentado contra los consumidores.
A los responsables de Pescados Medina se les imputa un delito contra la salud pública y otro de desobediencia a la autoridad. No sé qué penas llevarán aparejados, pero sería esencial que las autoridades mantengan bien controlados a estos dos energúmenos, que ya están en la calle, no sea que traten de cambiar un CIF o un domicilio social para seguir operando en el mercado.
En cualquier caso, miren bien en sus frigoríficos y congeladores. La fecha de caducidad de los primeros boquerones de Pescados Medina sospechosos de estar infectados es 27 de julio. Y a saber qué habrán estado colocando en el mercado de mayo hasta aquí.
Durante la inspección realizada a la fábrica de Pescados Medina se inmovilizaron 1327 kilos de boquerones, boquerones en vinagre, camarones, sardinas, rejos, calamar, pulpo y pulpo seco, por «riesgo inminente y extraordinario para la salud de las personas». Esperemos que bares y restaurantes hayan recibido la alerta, alta y clara.
Jesús Lens