Andalucía Gourmet

Si hoy es viernes, IDEAL debe traer el suplemento que más me ha hecho salivar en años: Andalucía Gourmet, la guía semanal del buen comer. Échenle un vistazo. Pero tengan en cuenta que si lo hacen a partir de la una o una y media de la tarde, tendrán que darse un suculento homenaje gastronómico. ¡Ustedes mismos! Y a este tema dedico mi columna de hoy de IDEAL.

Andalucía Gourmet

No sé qué propuestas nos harán hoy Álvaro Arriaga y Marcos Pedraza, a qué cocinero granadino conoceremos un poco mejor, qué receta propondrá Ana María “Cocinando entre olivos” Gutiérrez ni de qué cóctel nos hablará mi querido y añorado Curro. ¡La de veces que desayuné, comí y cené en su local de Carretera de la Sierra, cuando éramos vecinos! ¡Aquel cordero en salsa! ¡Ay!

Asador Curro

Me gusta Andalucía Gourmet, sobre todo, por dos razones: aprendo sobre gastronomía y descubro locales y productos interesantes que me apetece visitar y probar. Propuestas muy diversas que no pasan, necesariamente, por rascarse el bolsillo.

Me ha encantado, por ejemplo, el reportaje de la semana pasada: “Una de pescaíto”, con detalles que distinguen la fritura de la fritanga. Y no solo por la parte didáctica, sino porque me recordó los jueves de hace muchos años, cuando mi madre y yo salíamos temprano de nuestras respectivas clases y aprovechábamos para freír mucho y buen pescado, mientras hablábamos de nuestras cosas.

Y es que la gastronomía es una de las disciplinas que más y mejor invitan a la evocación de personas, momentos, recuerdos y situaciones. A través de los sabores y los olores, de las texturas y los colores, se abren túneles en el espacio-tiempo que nos llevan a revivir mil y una historias, encuentros, viajes, paisajes… ¡Ahí está la magdalena de Proust para dar fe de ello!

Manuel Vázquez Montalbán recordaba que la civilización comenzó cuando un homínido, en vez de comerse la carne cruda, la echó al fuego. Ni lectura, ni escritura o matemáticas. La civilización comenzó con un trozo de solomillo churruscante.

carne-en-vara

Desde entonces, la gastronomía ha evolucionado, se ha desarrollado y expandido a lomos del arte y de la ciencia. Lean cualquier crónica de viajes, por ejemplo, y verán como la comida está presente prácticamente en cada capítulo, sea por los nuevos descubrimientos gastronómicos… o por las penurias y añoranzas alimenticias de los expedicionarios.

Lean Andalucía Gourmet y aventúrense a nuevas, diferentes, originales y sabrosas experiencias gastronómicas.

Jesús Lens

1 Twitter Lens

Málaga, ejemplo a seguir

Estoy muy ilusionado. Como un niño pequeño. Porque hoy domingo voy a retroceder en el tiempo, dispuesto a vivir una aventurilla al estilo de las de nuestros padres. Cuando a media mañana cruce el límite entre Granada y Málaga, sentiré una excitación parecida a la de nuestros mayores, cuando cruzaban a Francia para ver, en Perpiñán, “El último tango en París” y otras películas de arte y ensayo. A ello dedico mi columna de IDEAL, de hoy domingo.

Y es que, hoy domingo, mi Cuate Pepe y yo nos embarcamos en un On the road de carácter cultural: nos vamos al Museo Picasso, a ver el Mural de Jackson Pollock cuya exhibición termina el próximo 11 de septiembre.

Aquí, con el Pollock
Aquí, con el Pollock

Además, y aprovechando el viaje a nuestra envidiada vecina, nos dejaremos caer por el cine Albéniz, que no solo de cuadros vive el turismo cultural. Es cierto que me gustaría darme un salto a ver la exposición de Chagall en el Museo Ruso y que el Pompidou tiene una muestra sobre “El nuevo realismo” que pinta bien, pero no hay que abusar. Es mejor disfrutar con detenimiento de Pollock y volver otro fin de semana, con más tiempo.

Porque a “Miles Ahead”, la película de Don Cheadle, no le queda mucho tiempo en cartel y, aunque yo la vi en Madrid hace unas semanas, otro mordido del jazz como es mi Cuate no quiere perdérsela. Así que, tras disfrutar del Mural, de unas cañas y de un pescadito, aprovecharemos para ir a ver cintas en versión original cuyo estreno en Granada es una fantasía, una quimera, un sueño imposible.

Pescaíto frito Málaga

No es la ferroviaria, la única desconexión que padecemos. Échenle un vistazo a las webs del Museo Picasso, del Ruso o del Pompidou. Verán que, entre los patrocinadores y los colaboradores que contribuyen a financiar dichas instituciones, además del Ayuntamiento, la Junta y las entidades financieras habituales, hay empresas aéreas como Delta Airlines, Airfrance o Alitalia; navieras rusas como Finsudprom, el propio Palacio de Congresos de Málaga, Hidralia o el grupo cementero FYM.

Pompidou Málaga

Hoy por hoy, la gran capital cultural de Andalucía es Málaga, a años luz de Granada: museos, cine alternativo, festivales, revistas, cultura callejera, músicos de jazz que allí han encontrado un oasis creativo y alimenticio… Un círculo virtuoso entre instituciones, grandes empresas, pymes, público y ciudadanía que debería servirnos como ejemplo; sin (in)sanas envidias ni provincianas rivalidades empobrecedoras.

Jesús Lens

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Jazz en el Paraíso Tropical

Porque Jazz en la Costa y Jazz en el Paraíso son sinónimos. Si has bajado al Majuelo, lo sabes. Si no lo has hecho, voy a intentar contarte lo que te has perdido, teniendo en cuenta que esta noche todavía puedes ir a escuchar a Stanley Clark, que cierra la presente edición de un festival que va más allá de la música. Y de ello hablo hoy en mi columna de IDEAL.

Jazz en la Costa público

Mi primera recomendación para disfrutar del Jazz en la Costa es, antes de entrar al Majuelo, tomarte algo. Que uno de estos días tenemos que hablar de la importancia de esas dos palabras. Tomarse algo. Yo soy muy de pescadito, lógicamente. El pasado miércoles, sin embargo, nuestro garito de referencia estaba cerrado, así que nos bajamos a un Gastrobar cercano, con todas las reservas que dicha denominación me provoca. Y mira por dónde, me comí la mejor hamburguesa de la que guardo recuerdo. En el corazón de Almuñécar.

Con el cuerpo reconfortado y el espíritu animado, entras al Majuelo. Y te encuentras con que, además de la sugerente iluminación del entorno del escenario, una enorme proyección sobre las paredes del Castillo te da la bienvenida al Jazz en la Costa. Y un detalle importante que siempre cuidan Jesús Villalba y Mariche Huertas: la luna llena, rebosante y luminosa, perfectamente visible en el cielo estrellado de la noche tropical.

Jazz en la Costa

Y está la barra, muy bien atendida. Que los mojitos, en un entorno tan propicio, saben mucho mejor. La charla con los amigos, los reencuentros, los saludos… ¡cuánta buena e interesante gente se da cita en el Jazz en la Costa! Y los extranjeros. Que flipan. En colores. Dentro de unos días, la organización hará públicos los datos de asistencia, ocupación y retorno económico del Festival. Una de las cifras más importante e ilustrativa es el de espectadores foráneos. Que los hay. A porrillo. Y es que el plan de sol, playa, buena gastronomía y una semana de conciertos con músicos de primera fila internacional; es imbatible.

En ese momento, se apagan las luces. Y Eric Truffaz aparece en escena. Habré visto al trompetista francés tres o cuatro veces, ya. Cada una de ellas ha sido distinta.

Eric Truffaz Foto Jesús Lens

Pero ésta del Majuelo fue, posiblemente, la más íntima y cadenciosa, poética y evocadora. Una interpretación repleta de matices y atmósferas en la que hasta los grillos interpretan modélicamente su papel.

Jesús Lens

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