Como el próximo domingo no voy a estar aquí y ya he votado por correo, no se hacen ustedes a la idea de lo extraño que es seguir expuesto a la campaña electoral.
He abierto el buzón y se me han caído a los pies los caretos de varios candidatos, ansiosos por salir de su encierro. Lo sé, lo sé. La culpa es mía por no haberle escrito al INE para que me borre de la base de datos correspondiente, pero no se puede estar en todo.
Tengo un par de invitaciones, o diez, para ir a los penúltimos actos del campaña, incluyendo los “grandes” mítines de cierre. “¿Y ya para qué, criaturos míos?” me pregunto mientras pulso con insistencia el icono de la Papelera y la pestaña de Mostrar-menos-anuncios-como-este.
Aun así, no deja de sorprenderme el arrojo del PSOE, que lo mismo anuncia la próxima venta de billetes del AVE, aunque no especifique desde cuándo se podrá viajar de Granada a las dos capitales del reino, Madrid y Barcelona; que se fotografía recepcionando el legado de Brazam que, según acusa el PP, puede estar en curso de una investigación penal.
Hoy viernes termina una campaña electoral que empezó a mitad de noviembre pasado, con las Andaluzas. Desde entonces no hemos tenido tregua. Eso sí: a nada que las mayorías de gobierno dimanantes de las urnas sean estables -por mucho que nos irriten algunas de ellas- tenemos cuatro sin citas electorales por delante.
¿Se imaginan que, ante este escenario, los cargos electos se dediquen a legislar, a cumplir con el mandato de los ciudadanos, dejando en segundo plano el postureo, el careo y la apariencia? ¿Se los imaginan en sus despachos, trabajando, dialogando, consensuando y sacando adelante iniciativas que beneficien a la ciudadanía en general y no a su ego particular?
Sé que es injusto meterlos a todos en la misma cesta, pero ustedes saben a quiénes me refiero. Los otros, los que trabajan día a día, han seguido en segundo plano, dando el callo de forma callada y discreta.
Por todo ello, hoy va a ser un gran día. Para bien o para mejor, hoy termina(n) la(s) campaña(s) electoral(es).
Jesús Lens