Tengo muchos y muy buenos amigos del PP de Granada. Está siendo dura, para ellos, esta primavera. Que no es chica cosa haber perdido una de sus alcaldías históricas, después de trece años de gobierno ininterrumpido y tras haber ganado las elecciones municipales.
Sinceramente, que Paco Cuenca y el PSOE estén hoy al frente del Consistorio granadino sí que es un acontecimiento histórico planetario, y no lo de Zapatero y Obama que dijera Leire Pajín, en uno de sus más celebrados desvaríos. Porque Granada capital es conservadora. Muy conservadora.
Estos días, todos los peperos granadinos andan culpando a Luis Salvador, a Ciudadanos y al propio Rivera de haber entregado la ciudad de Granada al PSOE. De haberla regalado. Es lógico que lo hagan así. Como táctica electoral, de cara a las próximas elecciones generales, es una baza que tienen que jugar. De hecho, han convertido #AtracoEnGranada en Trending Topic.
Pero esos mismos peperos granadinos saben, a ciencia cierta, que quienes han regalado la alcaldía a Paco Cuenca, han sido ellos mismos. Un regalo en diferido, que comenzó cuando permitieron, por acción u omisión, que José Torres repitiera como candidato a la alcaldía, hace ahora un año. Un error de bulto que vienen pagando desde entonces. El porqué de tamaño dislate, ellos bien lo saben. Una mezcla de celos cainitas y de miedo paralizante. Que les salió rana. No hay más que comparar los resultados de las municipales, en la capital, con los de las generales de unos meses después.
Y luego llegó el kafkiano episodio de La Boda Roja en que José Torres no solo se inmoló a sí mismo sino que, con su harakiri tardío, cruel, saturnal y a destiempo, se llevó por delante a toda una hornada de afiliados, militantes, simpatizantes y trabajadores del Partido Popular que, hoy, están pensando en empaquetar sus pertenencias para desalojar dependencias municipales, oficinas, despachos, mesas y hasta sillas.
Sé, mis estimados amigos peperos, que tenéis que culpar a Luis Salvador y a Cs por la pérdida de la alcaldía de Granada. Es lo que toca. Lo que está en el guion. Espero que, de puertas para adentro, sí estéis haciendo una serena y ponderada valoración de todo lo que ha ocurrido en vuestro partido en estos últimos tiempos. Porque será algo que se estudie en las escuelas de formación política.
Jesús Lens