¡Buenas noticias! Antes de que llegue la rentré de septiembre con sus novedades literarias y con los estrenos cinematográficos de los Festivales de Venecia y Donosti, recibimos la buena nueva de que nuestro paisano Rafael Ruiz Pleguezuelos se ha hecho acreedor del II Premio de Teatro Breve Francisco Nieva.
Una buena nueva que se une a la consecución por parte del también granadino José María Espinar del XX Premio de Novela Negra de Getafe, noticia que conocimos a finales del pasado mes de julio. Un verano fructífero, pues, para nuestros escritores, que el editor Miguel Ángel Cáliz también ganó otro premio nacional, convocado por Turpial. Pero ya hablaremos de estos libros cuando los leamos. Que hoy, mi columna de IDEAL se centra en Rafael Ruiz.
Hace unos meses tuve la suerte de presentar “La botella de Bukowski”, la primera novela de Rafael Ruiz Pleguezuelos, en la inquieta y activa librería Agapea de la calle Puentezuelas. No conocí a Rafael hasta un par de horas antes de la presentación. Habíamos quedado para ponernos de acuerdo en nuestras respectivas intervenciones… y para charlar de literatura.
Confieso que acudí un tanto abrumado a la cita, que Rafael es doctor en Filología Inglesa y licenciado en Filología Hispánica y Teoría de la Literatura. Pero todas las prevenciones se vinieron felizmente abajo en cuanto cruzamos dos palabras y le vi sonreír. Una sonrisa franca y abierta, seguida de una conversación lúcida y apasionada, alejada de cualquier asomo de pedantería.
No sé qué les parecería a los asistentes, pero aquella presentación nos salió de maravilla, aunque esté feo que yo lo diga. Estuvimos hablando un montón de tiempo, nos quitamos -educadamente- la palabra, nos pisamos el uno al otro -con el máximo de los respetos- y, creo, conseguimos interesar y entretener al público presente.
“La botella de Bukowski” es una de las novelas más literarias que he leído en los últimos tiempos. Una novela que habla sobre la necesidad compulsiva de escribir. Y de crear. Y que nos cuenta la historia de un joven letraherido que, en la Francia posterior a Mayo del 68, emprende un viaje iniciático con el fin de conocer al alcohólico escritor norteamericano cuya inolvidable aparición en el mítico programa de televisión de Bernard Pivot provocó toda una conmoción.
La novela de Rafael Ruiz Pleguezuelas es un encendido, rendido y hermoso canto a la pulsión creativa, que es tanto como decir un canto a la vida y el premio a su más reciente obra de teatro le confirma como uno de los más interesantes escritores granadinos contemporáneos.
Jesús Lens