Carlos Zanón y su ardiente ‘Love song’

Si nos hicieran pasar la prueba del algodón y nos dieran a leer cualquiera de las páginas de ‘Love song’ sin orden ni concierto y sin conocer su autoría, sabríamos a ciencia cierta que es de Carlos Zanón. Es la única definición posible de esta novela, publicada hace unos días por la editorial Salamandra: una novela de Carlos Zanón. Y punto. Con todo lo que conlleva. 

Música, para empezar. Y terminar. Música en la prosa y música en la trama. Música en el alma. “No conocían la canción. No conocían a la cantante ni habían oído nunca a Prima Donnas, pero sí que reconocían aquel entusiasmo adolescente, aquel código gritón que generación tras generación escapaba al dial del mundo adulto, las decisiones sensatas y los armisticios”.

¿Ven como ‘Love song’ es puro Zanón? Un Zanón que ha escrito un western contemporáneo protagonizado por tres amigos, tres músicos a punto de dejar una parte de sus vidas atrás, por diversas razones, y que se embarcan en una improbable gira de despedida, completamente anónima. 

Porque Prima Donnas no son puro mainstream, pero sí conocidos. Cada uno de sus miembros por razones diferentes, también. Eileen y Jim, además, son pareja. Y Cowboy, un espíritu libre. The Three Amigos unidos en un tour veraniego que les llevará por los imposibles escenarios de algunos campings, hasta llegar a Tarifa y tocar en un festival. ¿Y después? Después ya se verá. O no. Da igual. Porque lo importante es el aquí y el ahora. “…Era maravilloso volver a sentirse joven y vivo y a punto de tocar con sus amigos la música que seguía amando casi como el primer día en esa burbuja de noche de verano”.  

‘Love song’ es una canción de amor a una forma de entender la vida, la música y la amistad, que en esta novela son todo uno. Y la cosa no es fácil, ojo. Que los músicos, como el resto de los artistas, van sobrados de ego. Personalidad, que dirían otros. 

Para traerlos y llevarlos, Zanón les ha buscado un road manager, un conductor de primera que sonará a sus lectores. Sandino. ¿Se acuerdan de él? Le pregunté a Carlos por qué le sacó de su ‘Taxi’ y se lo trajo a esta novela. Me dijo que sentía que le debía algo. Que hay personajes que se quedan irremediablemente atrás, pero que tenía mucha curiosidad por saber qué fue de Sandino y le venía al pelo convertirlo en el testigo objetivo que ve, oye y calla al trío protagonista. 

Carlos Zanón recibe el VII premio Granada Noir de manos del alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca

En esa gira tan singular, los protagonistas deciden tocar, solo, versiones de canciones del año 1985. Dado que van a actuar en esos no lugares que son los campings, aprovecharán para encapsularse en el tiempo y vivir como si siguieran en el siglo pasado. Con todas las consecuencias. “Todo en la vida pasa una vez y media. Lo único es que la mayor parte de las veces uno no se da cuenta”. Carlos Zanón se centra en esa ‘y media’ vez. En sus posibilidades y en sus riesgos. Y es un lujazo que nos deje sumarnos a esta troupe de viajeros por la Costa Este española, de Barcelona a Cádiz, bajando por el Levante. 

BARCELONA 27/12/21 ENTREVISTA AL ESCRITOR CARLOS ZANON . FOTOS ADRIAN QUIROGA.ARCHDC

Lean ‘Love song’. Es un novelón con banda sonora incorporada y sus protagonistas, además, se echan alguna cerveza Alhambra al coleto de vez en cuando. Lean, lean y les entrarán unas ganas locas de conducir toda la noche con ‘The Black Crowes’ sonando a todo volumen en el coche, sin rumbo preciso. Solo por el gusto. Por el placer. Por el amor. 

A la música. A la literatura. A la amistad.

Jesús Lens

¡En pie! Blacksad ha vuelto por todo lo alto

De que me iba a gustar no albergaba la menor duda. La incógnita era saber si me iba a gustar todo lo que esperaba que me gustase. Porque las expectativas, el llamado hype, estaban por las nubes.

Blacksad ha vuelto. ¡Y cómo ha vuelto! Los aficionados y fans irredentos llevábamos esperando desde 2013 el retorno de uno de los personajes fundacionales del cómic español contemporáneo, un icono del noir que ha elevado el género negro a sus cotas más altas. Ocho largos de espera que, por fin, se han materializado en la primera parte de ‘Todo cae’, el sexto álbum de la serie publicada por Norma Editorial.

Sus autores, Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, estarán el próximo sábado en Granada para presentar esta joya, esta nueva obra de arte con la que han vuelto a dejarnos estupefactos. Será a las 18 horas en la librería Cómic Store. Si quieren llevarse el álbum dedicado, les aconsejo que vayan a pedir el número correspondiente, que se regala con la compra del álbum.

Ustedes pueden pensar que estoy exagerando en mis halagos. A fin de cuentas, Juanjo y Juan son el V Premio Granada Noir y, por tanto, cómplices y amigos. Les aseguro que no. Que todo adjetivo calificativo de corte superlativo se queda corto. Y ya les digo que, con las expectativas más altas que el mismísimo puente de Queensboro, el riesgo del “pues no ha sido para tanto” era enorme.

No les voy a contar nada de la trama de ‘Todo cae’. Solo les diré que, como en otras entregas de la saga de Blacksad, las artes y las letras se entrecruzan con los intereses económicos de las élites más poderosas en una dialéctica muy compleja. Como la vida misma.

Lo bueno de tener un nuevo Blacksad en las manos es que, tras una primera y acelerada lectura, ansiosa y nerviosa por llegar a su (no) final; me he dado el gustazo de releer las cinco entregas anteriores para, con más calma y sosiego, recrearme en los detalles de ‘Todo cae’. ¡Y qué gustazo, oigan! ¡Qué despliegue de arte y talento!

La vuelta a Nueva York de John hace que la ciudad sea una de las grandes protagonistas. Una ciudad en plena transformación que disfrutamos a ras de tierra, desde sus alturas más vertiginosas y en su versión subterránea. ¡Y a través de sus bares, restaurantes, tugurios y garitos!

Los personajes secundarios vuelven a ser un lujo. No he contado cuántos hay, pero cada uno de ellos sirve para tirar de las subtramas que enriquecen la narración, de la dialéctica entre el llamado ‘nuevo periodismo’ y el tradicional a la importancia del transporte colectivo.

Mi amado Weekly, un trasunto del gran Weegee del que les ha hablado otras veces, aquí por ejemplo, vuelve a ser parte central de una trama en la abundan los personajes contradictorios, como el asombroso Kenneth Clarke, un murciélago que no está claro si es más pájaro que rata o viceversa (no es baladí esta dicotomía); o el trágico Shelby, una gaviota llamada a depararnos grandes y dolorosos momentos en la segunda parte de ‘Todo cae’, que ya esperamos con ansia.

Si la historia desarrollada por Juan Díaz Canales es prodigiosa, ¿qué decir de ese mago de los pinceles que es nuestro paisano Juanjo Guarnido? Los luminosos azules de las alturas se dan la mano con los ígneos naranjas subterráneos, como si de la Fragua de Vulcano se tratara. Y ojo al traje verde del Blacksad más campestre: puede marcar tendencia.

Estoy emocionado. Tras ocho años de espera, ha vuelto Blacksad. Y lo ha hecho a lo grande y por todo lo alto. Ya tardan en comprar ‘Todo cae’. El sábado lo comentamos en vivo y en directo con sus autores. ¡No dejen pasar la oportunidad!

Jesús Lens

El magisterio de Juan Madrid

No sé la de veces que he recorrido estos días la Carrera de la Virgen asomándome a esas efímeras, pero imprescindibles librerías que han jalonado uno de los paseos más icónicos de Granada. Con más o menos tiempo he bicheado, ojeado, hojeado y comprado. He charlado con Raquel, Lola o Carmen y confirman que esta edición otoñal de la Feria del Libro ha sido un exitazo descomunal.

Como descomunal ha sido el trabajazo que han hecho Mariana, Alfonso y Antonio. Justo antes de la conversación que José Abad y un servidor mantuvimos con Juan Madrid en Condes de Gabia, me acordaba de aquella charla telefónica de un sábado noche, en pleno agosto, con Alfonso Salazar. Estaba cerrando la programación y tenía una nueva idea en mente, además de las que ya habíamos consensuado: la relación entre la narrativa, el cine y la televisión del primer galardonado con el Premio Granada Noir.

Unas semanas después pudimos disfrutar de una charla larga, fructífera y, creo, enriquecedora para los asistentes. Lo decía Natalia, al mando de la parte técnica en el edificio de Diputación: “así da gusto trabajar un sábado por la tarde”.

Juan estuvo expansivo y coloquial. Dialogante y respetuoso a la vez que inflexible en sus ideas, pareceres y opiniones. Hablamos de ‘Días contados’, una obra maestra del cine negro español. O “del cine español, a secas”, como me reconvino Juan. Comentamos ‘Tánger’, dirigida por el propio escritor, que es profesor de guion en la mítica Escuela de San Antonio de los Baños de Cuba, y convinimos en que el acento del protagonista, Jorge Perugorría, saca al espectador de la película.

A ‘Brigada central’ le dedicamos mucho tiempo. Ahora que la serie se puede ver completa en la plataforma de RTVE es un magnífico momento para recordar un proyecto que, años después, fue novelizado por el propio Juan Madrid. “‘Brigada central’ es una novela de 1500 páginas publicada en tres tomos por Alianza Editorial”, nos explicó. No me quedó claro, eso sí, qué pasó con los guiones para esa tercera temporada de la serie que nunca se hizo… en España. Seguiré curioseando.

Charla que te charla, descubrimos secretos de los rodajes, hablamos de guiones perdidos, castings soñados, proyectos malogrados y anécdotas con Gabriel García Márquez. Al acabar, Juan nos dio una sorpresa a los amantes del noir que me hizo saltar de la silla y que aún no sé si compartir con ustedes.

Tras su paso por la caseta de firmas, nos fuimos a cenar al Alegría, parada y fonda en estas noches de feria con más hojas que farolillos, más versos que sevillanas y más cerveza que rebujito. Tras brindar con unas Alhambras heladas, expresa petición de Juan Madrid a la que Abad y yo nos unimos alborozados, seguimos hablando de cine, literatura, historia, política… y Villarejo. Me gustó ver cómo le sonrían los ojos al maestro cuando se enteró de que Mariana Lozano había leído la Odisea en griego. “¡En la Odisea está todo. Como en el Quijote y en Madame Bobary!”, exclamaba. Mi padre habría sonreído al descubrir su enorme admiración por el profesor Adrados.

Al final de la cena me contó más sobre el nuevo proyecto en que está embarcado. Hasta el título provisional me confió. Un título que, como es habitual en Juan Madrid, es todo un microrrelato en sí mismo, cargado de poesía, fatalismo y premonición.

No lo voy a desvelar, por supuesto. Ni siquiera les contaré de qué va la cosa. Será un secreto compartido por las tres docenas de personas que, el sábado pasado, nos acompañaron en la Feria del Libro. Porque ir a los sitios y participar en vivo y en directo del magisterio de Juan Madrid debe reportar pequeñas recompensas, íntimas satisfacciones.

Jesús Lens

El caso Petra Delicado

Este 2020, Petra Delicado se convierte en un caso. Un caso en sí mismo. En sí misma. Porque la inspectora protagonista de la serie policíaca de la escritora Alicia Giménez Bartlett hace un alto en el camino y se retira del mundanal ruido durante una semana. Una semana enclaustrada, literalmente hablando, dedicada a reflexionar sobre sí misma. Sobre su vida, obra y milagros.

‘Sin muertos’ se titula la novela más reciente de Alicia Giménez Bartlett, IV Premio Granada Noir a toda una carrera artística y literaria dedicada al género negro. Y, efectivamente, no hay muertos en esta nueva entrega de la saga protagonizada por Petra Delicado, uno de los personajes de referencia del noir español contemporáneo.

El ejercicio de introspección realizado por la autora hace que, al terminar las casi 400 páginas de ‘Sin muertos’, conozcamos mucho más y mejor a una policía a quien descubrimos en ‘Ritos de muerte’ allá por 1996. Y es que, tras la lectura de una novela de Patricia Cornwell protagonizada por la doctora forense Kay Scarpetta, Alicia Giménez Bartlett se decidió a escribir una novela de género negro protagonizada por una mujer. En aquella ocasión, la inspectora de policía y su subordinado, Fermín Garzón, investigaban la violación a una mujer.

Así recuerda Petra aquel primer caso: “Aquella violación casi ritual se volvió múltiple al cabo de poco tiempo y, más tarde desembocó en un asesinato. Fue mi primer caso, sórdido, desagradable, brutal. En aquella investigación aprendí que el trabajo policial no es un simple jeroglífico que resolver. No, desgraciadamente, casi siempre te ves obligado a hollar terreno pantanoso, a toparte con sentimientos humanos de los que ni sospechabas su existencia. La miseria moral está presente en todo momento: lo más bajo, lo más escondido, lo inimaginable, lo despreciable”.

Alicia Giménez creó un personaje femenino fuerte y deslenguado, políticamente incorrecto. Una mujer que se ha casado hasta en tres ocasiones y no quiere tener hijos. Un personaje femenino con entidad propia que no necesita ser apéndice de ningún personaje masculino que la convierta en novia de…, esposa de…, ayudante de…, subordinada a…

De la forja de ese carácter va, precisamente, ‘Sin muertos’. De la infancia y la juventud de una Petra inconformista, contestataria y rebelde. Pero también contradictoria. De sus fallos y errores. De las enseñanzas aprendidas —o no— de los mismos.

 

Con Petra Delicado, Alicia Giménez Bartlett rompió con el machismo habitual del género negro y la convirtió en pionera, además, de una novela policial en la que el procedural tiene tanta importancia como la trama o los personajes.

Tras el éxito de ‘Ritos de muerte’, muy bien acogida por la crítica y por el público, Alicia Giménez Bartlett publicó la segunda entrega de su serie en 1997. En esta ocasión, Petra y Fermín investigaban la muerte de un vagabundo y se sumergían en los barrios marginales de Barcelona, ajenos al desarrollo económico posterior a los Juegos Olímpicos de Barcelona.

 

En 1999, Petra Delicado y Fermín Garzón saltaron a la televisión, con una serie de trece capítulos protagonizados por Ana Belén y Santiago Segura, en cuyos guiones participó la novelista.

 

Entre 1999 y 2002, Alicia Giménez publicó tres nuevas novelas policíacas de su serie más conocida: ‘Mensajeros de la oscuridad’, ‘Muertos de papel’ y ‘Serpientes en el paraíso’, antes de tomarse un descanso con el género negro criminal. A partir de ahí, la autora alternó novelas y cuentos protagonizados por Petra Delicado y Fermín Garzón, con tramas atentas a la realidad social del momento; con novelas ajenas al género policíaco.

 

Así, en 2011 ganó el Premio Nadal con la obra ‘Donde nadie te encuentre’, una novela sobre el fenómeno de los maquis protagonizada por Teresa Pla Meseguer, popularmente conocida como La Pastora, y víctima de una malformación sexual congénita que le acarreó numerosos problemas y vejaciones a lo largo de su larga y tempestuosa vida, desde que era una pastora en los montes de su Castellón natal hasta que se integró en la Agrupación de Guerrilleros de Levante y Aragón (AGLA) y, posteriormente, convertirse en contrabandista.

 

En 2015, Alicia Giménez Bartlett ganó el Premio Planeta con ‘Hombres desnudos’, una novela de realismo social en la que contaba la historia de un profesor de literatura que se quedaba en paro en los años la crisis y decidía ganarse la vida desnudándose en strip teases erótico-festivos.

En 2017 publicó ‘Mi querido asesino en serie’, penúltima entrega de la serie de una Petra Delicado que, por fortuna, sigue estando en una extraordinaria forma. Un personaje mítico que le ha reportado a su autora innumerables premios y reconocimientos, tanto en España y en el extranjero, y cuyas novelas han sido traducidas a numerosos idiomas y publicadas en decenas de países.

Al final de ‘Sin muertos’, el asesinato de dos chicos jóvenes devuelve abruptamente a Petra a su realidad laboral. Un nuevo desafío. La duda y la angustia la atenazan. Y es que, como señala en un momento de esta novela retrospectiva, “el mundo del crimen te lleva hasta el abismo de los demás, te permite echar una ojeada al vacío”.

Jesús Lens

Hoy no arranca Granada Noir

Hoy era el día en que debía comenzar el programa central de la sexta edición de Granada Noir. Iba a ser un programa corto, sin música, sin exposiciones, sin teatro, sin performances callejeras. Aun así, sería muy interesante y atractivo, basado en mesas redondas y conversaciones con un gran cineasta y varios novelistas y dibujantes, tanto de la tierra como de fuera.

Hace unos meses, allá por mayo, en cuanto la situación sanitaria lo permitió y en el marco del festival Gravite dedicado al viaje en el tiempo, la ciencia y la historia; hicimos unos Encuentros en la Tercera Fase en la Plaza de las Culturas de CajaGranada Fundación. Fuimos los primeros en organizar una actividad cultural presencial tras el confinamiento. Teníamos hambre y sed de cultura. De reunirnos. De juntarnos. De volver a vernos las caras al natural, aunque fuera con mascarilla. Con todas las medidas de seguridad pertinentes, por supuesto. Fueron un éxito.

Ahora, sin embargo, vivimos una situación sanitaria completamente diferente a la de mayo. Cada día se detectan cerca de 10.000 nuevos contagios por coronavirus, las personas mayores vuelven a estar blindadas en las residencias, se han cerrado los centros de día de Granada y alrededores y si determinadas comunidades autónomas y/o provincias no están confinadas, es por una mera cuestión política. Y lo que nos parece más definitivo: los hospitales y los centros de salud sufren una tensión cada día mayor.

Estas semanas, lo más importante es que la vuelta al cole salga lo mejor posible. Ese debería ser el objetivo más importante en el que concentrarnos. Eso, y no permitir que la famosa curva se empine para, después, vernos aplaudiendo en los balcones el ímprobo trabajo de los sanitarios para doblarla. Las autoridades han establecido una ratio de 10 personas por reunión social. Por algo será. Esas directrices resultan contradictorias con muchas actividades que, en paralelo, se están desarrollando estos días.

No somos cobardes ni timoratos en Granada Noir. Y seguimos hambrientos de cultura. Pero en las actuales circunstancias, empeñarnos en mantener a toda costa un programa presencial no nos parece apropiado ni pertinente. Es muy de agradecer que Cervezas Alhambra, patrocinador principal del festival, nos haya respaldado en una decisión tan ingrata como dolorosa.

Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, galardonados con el V Premio Granada Noir

Eso sí: en el momento en que las circunstancias mejoren, volveremos a la carga. Mientras, nos seguimos leyendo y escuchando. Y nos vemos. En grupos de menos de diez y con todas las precauciones.

Jesús Lens