La isla del tesoro noir

Estos días hemos fallado el IV Premio ‘Paco Camarasa’ de novela negra y la ganadora ha sido ‘Buenos tiempos’, de Victoria González Torralba. Se trata de una maravillosa historia de iniciación a caballo entre el noir y las aventuras. 

El galardón fue creado en 2020 para reconocer talentos emergentes y, en esta nueva edición, amplía su propósito original para premiar la novela negra del año 2023. El jurado está constituido por los responsables de nueve festivales punteros de nuestro país: Aragón Negro, BCNegra, Las Casas Ahorcadas de Cuenca, Getafe Negro, Semana Negra de Gijón, Granada Noir, Pamplona Negra, el Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca y Valencia Negra

‘Buenos tiempos’ de Victoria González Torralba, publicada por la editorial Siruela, retrata la España de los años 70, en pleno despertar turístico. Un siniestro hallazgo en un pueblo de la costa mediterránea transforma a Laura, la involuntaria protagonista, en la investigadora de una trama donde acecha una galería de inquietantes personajes. El jurado ha destacado “la indiscutible calidad y fuerza literaria de la novela, que, desde lo cotidiano y una sensibilidad narrativa plena de autenticidad, narra una trama sólida muy alejada de giros efectistas”. ‘Buenos tiempos’ representa “un soplo de aire fresco dentro del panorama de la literatura negra nacional, con una atmósfera intimista y una originalidad que abre puertas en el género y dota al texto de capacidad de perdurar”.

Hay un homenaje en esta historia a las clásicas narraciones de aventuras, incluyendo un garito imposible de olvidar en el que podrían haberse citado piratas con parche en el ojo y pata de palo para estudiar el mapa de la isla de la Tortuga donde se oculta un tesoro de valor incalculable. La clave de la novela: la contradictoria relación de la protagonista con los diferentes personajes con los que le toca relacionarse, más o menos voluntariamente.  

‘Buenos tiempos’ es la segunda novela de la autora tras la publicación de ‘Llámame Méndez’ con la editorial Planeta, una precuela de la serie del famoso inspector creado por su padre, el mítico escritor Francisco González Ledesma. 

Junto al libro premiado, optaban a este galardón otros tres títulos finalistas de los que hemos hablado ya en esta sección: ‘Crisanta’ de Juan Ramón Biedma, ‘Hontoria’ de Juan Carlos Galindo y ‘La ley del padre’ de Carlos Augusto Casas. Cuatro excelentes libros que son buena prueba del nivelazo y la variedad temática y estilística de la novela negra española contemporánea.   

Victoria González Torralba (Barcelona, 1966), licenciada en Ciencias de la Información, ha desarrollado su trayectoria profesional en diferentes publicaciones, principalmente en revistas culturales, femeninas y de viajes. “Recibir el premio Paco Camarasa me hace tremendamente feliz”, declaró tras el anuncio. “A la satisfacción que supone que la novela reciba un reconocimiento como éste se añade una gran carga emocional para mí: que el nombre de Paco Camarasa quede vinculado a ‘Buenos Tiempos’ me conmueve profundamente. Era imposible conocer a Paco y no quererlo”, explica.

Además de reconocer el trabajo de la ganadora, se pretende seguir honrando la memoria del librero valenciano Paco Camarasa, que regentó durante 12 años la librería ‘Negra y criminal’ en la Barceloneta. Camarasa puso al alcance del público las mejores novelas de género negro, tanto nacionales como internacionales, dirigió durante su consolidación el festival Barcelona Negra y luchó por descubrir nuevos talentos, muchos de los cuales apadrinó en su librería.

El premio, que no tiene dotación económica y reviste carácter anual, también persigue el objetivo de impulsar la carrera literaria del galardonado. Por ello, un año más, la ganadora recibirá invitación para acudir a los nueve festivales que otorgan esta distinción.

Jesús Lens

La importancia de tu nombre

Clara Peñalver ha vuelto. A la novela negra, quiero decir, que ella siempre ha estado, está ahí. Acaba de publicar ‘La importancia de tu nombre’ en Ediciones B, un noir canónico, y es candidata al Premio Andalucía de la Crítica. Además, si hoy es martes y 13, hoy se presenta en sociedad un nuevo proyecto que ya es realidad y en el que la ubicua escritora desempeña un papel esencial.

Vayamos por partes. ‘La importancia de tu nombre’ es una novela de intriga psicológica en la que Clara Peñalver enreda a sus protagonistas en un siniestro juego de chantajes y amenazas que agarra al lector por las solapas desde el primer capítulo y ya no le suelta hasta el sorprendente final. 

“Primero, un presente inesperado”. Arranquemos por ahí, que es por donde Clara inicia su novela. O casi. ¿A qué presente se refiere la autora? Como el primer capítulo se titula “Tiempo. Se acabó el tiempo”, parece que hace referencia al aquí y al ahora. ¿Pero y si ese ‘presente’ se refiriera a un regalo? ¿Y si el regalo fuera envenenado?

“El primer día del fin de mi vida, tal y como la conocía hasta ese momento, me quedé dormida”. Sigue juguetona, la autora. Lo previsible es que un día tan importante estuviera presidido por los nervios, la angustia y la tensión desde antes del amanecer. Y, sin embargo…

Ya desde ese principio vamos a conocer a dos de los personajes fundamentales de la novela: Elena, prestigiosa psicóloga y protagonista absoluta; y Tadea, su hija. Se trata de una adolescente no especialmente problemática, pero adolescente al fin y al cabo. La relación madre-hija desempeña un papel importante en la trama de la novela, que también es una reflexión sobre la maternidad.  

Como buena novela negra que va al grano, la acción no tarda en arrancar: Elena ha recibido unos misteriosos anónimos, firmados por un enigmático E, que la instan a participar en un juego cuyas reglas aún no están dadas, pero que apunta a siniestro. Y cruel. Elena no sabe qué hacer. ¿Será una broma de mal, de pésimo gusto?

No les cuento nada más sobre el fondo. Déjenme que les hable de la forma: Clara ha optado por un estilo austero y despojado, sin apenas descripciones. Prima la acción. Los títulos de los capítulos son pequeños fragmentos del propio texto que los conforman, por lo que el lector puede jugar a anticipar qué pasará. Además, Clara deja adelantos de lo que irá aconteciendo en el futuro inmediato. Porque lo importante es siempre el por qué, el cómo y de qué manera. El qué está sobrevalorado.

El escenario: el barrio de Salamanca de Madrid. Un ambiente pijo que le va perfectamente a la trama. Hay secundarios de lujo, como Silvio, el asistente de Elena, del que tampoco les cuento más. Y amigas. Buenas y menos buenas. 

¿Alguna vez le han ‘obligado’ a participar en un juego que no era su gusto, estimado lector? Póngase en manos de Clara Peñalver y disfrute de ‘La importancia de tu nombre’ mientras sufre con y por Elena, que hay mucho de Patricia Highsmith en esta novela. Y de todo ello hablaremos esta tarde en Librería Picasso, en la última reunión formal de este intenso año del Club de Lectura y Cine de Granada Noir. ¡Esos Adictos al crimen!   

Me dejo en el tintero lo del proyecto de Clara que se presenta hoy para recomendarles, también, la lectura de ‘El sueño del cíclope’, de Jerónimo Andreu, que se ha alzado con el III Premio Paco Camarasa de Novela Negra.

Es otro novelón. Ya lo comentaremos.

Jesús Lens      

Irene Rodríguez Aseijas e Ibón Martín, ganadores del II Premio Paco Camarasa de novela negra

Un galardón ex aequo. Compartido. Justa y necesariamente. La II edición del Premio Paco Camarasa de novela negra que entregamos nueve festivales de género negro españoles ha sido para ‘El chico del cartón de leche’, de Irene Rodríguez Aseijas, y ‘La hora de las gaviotas’, de Ibón Martín. El galardón fue creado en 2020 para reconocer novelas de autores menores de 45 años o mayores cuya novela sea la primera de género negro. Este año, los festivales que otorgamos el premio hemos decidido reconocer a ambas novelas tras el empate en las votaciones.

Además de las dos premiadas, optaban a este galardón otras cuatro novelas finalistas: ‘La dentellada’, de Eduard Fernán-López; ‘9 corto’, de Carmen J. Nieto, ‘Sublimación’, de Clara Peñalver y ‘Los gatos salvajes de Kerguelen’, de Marta Barrio.

Novelas muy diferentes entre sí que, con el noir como hilo central, abordan cuestiones de la máxima actualidad como el cambio climático y la ecología, las distopías o la gentrificación de las ciudades. Es lo que más nos gusta del género negro-criminal: su imbricación con la realidad social del momento.

‘El chico del cartón de leche’, de Irene Rodríguez Aseijas, es una novela atrevida con diversos materiales narrativos destinados a producirnos una continua desazón ante lo inexplicable. Las desapariciones de diversos niños a lo largo del espacio y del tiempo nos arrastrarán con un estilo limpio y preciso, que araña al lector.

Por su parte, ‘La hora de las gaviotas’, de Ibón Martín, es un thriller sinuoso, magnético e impecable que nos enfrenta al peor de los enemigos: el odio visceral que late escondido en todos nosotros. La suboficial Ane Cestero y su unidad especial tendrán que dar caza a un asesino feroz e implacable, capaz de ocultarse a la vista de todo un pueblo.

 

Irene Rodríguez Aseijas ha mostrado su “agradecimiento al jurado del premio. La novela negra es, en mi opinión, un género mucho más complejo de lo que pueda parecer. Tras su aparente ligereza nos permite asomarnos a los rincones más turbios de nuestra naturaleza. Es un honor recibir este premio por una novela que trata de poner el foco en el drama de los menores desaparecidos, y compartirlo con un autor cuyo trabajo también respeto”.

Ibón Martín se ha declarado “tremendamente feliz por recibir el premio Paco Camarasa, porque viene precisamente de quienes más hacen por difundir el género negro. Que los festivales de novela negra más prestigiosos se unan para para elegir la mejor novela negra del año y que La hora de las gaviotas haya sido una de las dos escogidas me parece la mejor noticia que puede recibir un escritor. Es un empujón muy grande para seguir adelante. Muchísimas gracias al jurado y a los nueve festivales, que tienen todo mi cariño”.

Además de reconocer el trabajo de los ganadores, este premio pretende honrar la memoria del librero valenciano Paco Camarasa, que regentó durante 12 años la librería Negra y criminal en la Barceloneta. Camarasa puso al alcance del público las mejores novelas de género negro, tanto nacionales como internacionales, y siempre luchó por descubrir nuevos talentos, a muchos de los cuales apadrinó en su librería.

El premio, que no tiene dotación económica y es de carácter anual, también persigue el objetivo de impulsar la carrera literaria del premiado. Por ello, el ganador de cada edición –en este caso, ganador y ganadora–, recibirán invitación para acudir a los nueve festivales que otorgan este premio: Aragón Negro, BCNegra, Las Casas Ahorcadas de Cuenca, Getafe Negro, Semana Negra de Gijón, Granada Noir, Pamplona Negra, el Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca y Valencia Negra.

Jesús Lens

Los nuevos talentos del Noir

El objetivo principal del premio Paco Camarasa, puesto en marcha un grupo de festivales españoles dedicados al género negro y cuyo fallo se hace público hoy, es dar visibilidad a los nuevos talentos del noir. Y esta primera edición del galardón es fiel exponente de esa filosofía.

Cinco novelas finalistas, todas ellas muy interesantes y muy diferentes entre sí, buena muestra de la salud y versatilidad de un género policíaco que no deja de crecer y ocupar nuevos espacios en nuestro país. Cinco autores, cinco estilos muy diferentes y cinco narraciones que transcurren en lugares muy alejados entre sí, física y metafóricamente hablando.

‘Herencias colaterales’ es la primera novela negra que podemos leer en castellano de Llort, autor catalán felizmente publicado por la editorial Alrevés. De este libro ya les hablé hace unos meses. Así lo presentaba en sociedad: “Si quieren ustedes saber qué es el humor negro, pero negro de verdad, lean a Llort. Y si en algún momento les surge la duda de si el noir casa con el humor… insisto: lean a Llort”.

Todo lo que nos cuenta Llort es improbable, pero no imposible. De hecho, a medida que vamos leyendo, lo improbable se va tornando en lo único posible. Es la magia de la buena literatura: introducirnos en un universo disparatado haciéndonos sentir que estamos como en casa. Terminaba aquella reseña con una pregunta retórica: “¿es Llort el secreto mejor guardado del noir más irreverente y rompedor?” Pues eso.

En ‘Progenie’, publicada por Alfaguara, Susana Martín Gijón, aborda el tema de los malos tratos a partir de la aparición del cadáver de una mujer a la que el asesino ha introducido un chupete en la boca. La autopsia ampliará la magnitud de la tragedia: estaba embarazada.

Estamos en Sevilla, en plena ola de calor, y Camino Vargas, jefa del Grupo de Homicidios, se enfrenta a un caso enrevesado y complicado. Más porque, en realidad, es jefa por accidente: su superior en la escala de mando está en el hospital, en coma, y a Camino también le toca lidiar con la nada edificante actitud de algunos miembros del equipo.

‘Progenie’ aborda un tema complicado y espinoso del que prefiero no avanzarles nada. En el momento de la publicación, la novela generó mucha controversia y creo que Susana Martín Gijón estuvo más en el ‘candelabro’ de lo que le habría gustado. Lo que demuestra, por otra parte, que ‘Progenie’ no deja indiferentes a los lectores, que es lo mejor que se puede decir de una novela.

Álvaro Arbina se ha descolgado en ‘Los solitarios’, publicada por Penguin Random House, con un thriller cuyo argumento conecta con muchas de las preocupaciones del siglo XXI, del consumismo desaforado a la tiranía de las redes sociales, pasando por el eterno retorno del mito de Walden y la vuelta a la naturaleza.

Una novela de aspiración global cuya acción transcurre en un lugar improbable para el género negro: los helados bosques de un paisaje ártico. El protagonismo coral de principales y secundarios no resta un ápice de fuerza a Emeli Urquiza, policía treintañera de origen vasco encargada de liderar la investigación; y a su ayudante, un afroamericano llamado Francis Thurmond. Cerca de 600 páginas de narración repleta de digresiones en las que nada es lo que parece. Otra vez.

De la más larga a la más corta. Porque ‘La noche del Caimán’, de Diego Ameixeiras, publicada por el Fondo de Cultura Económica, apenas pasa de las 100 páginas. Chiquitas, además. Y, sin embargo, es mucho lo que contienen.

Fiel representante de la filosofía del ‘menos es más’, Ameixeiras cuenta una historia dividida en dos partes: transcurre bajo el cielo plomizo de una ciudad gallega y en los ambientes más descarnados de Filadelfia, al otro lado del charco. Una novela cargada de referencias cinéfilas y literarias que se construye en base a los arquetipos habituales del género para, después, dinamitarlos y echarlos abajo.

‘Otoño lejos del nido’, de Ángel Gil Cheza, publicada por Suma de Letras, también tiene un poderoso trasfondo metaliterario dado que un periodista cultural en horas bajas protagoniza la búsqueda de un famoso escritor desaparecido sin dejar rastro. La novela, sin embargo, comienza con la aparición de una joven colgada dentro de una extraña esfera realizada con ramas, en mitad del bosque. La encargada de investigar es una sargento de la policía, Ivet Portabella.

Dos hilos narrativos, dos protagonistas, dos investigaciones que, en algún momento estarán condenadas a cruzarse. Ángel Gil ha escrito una novela muy contemporánea en la que reflexiona sobre cuestiones como la identidad y la apariencia, la tiranía de la imagen y la importancia de la autenticidad. De volver a la naturaleza, también. La física y la humana.

Cinco novelas, como ven, tan diferentes como interesantes. Cinco autores a los que merece la pena —y sobre todo la alegría— leer y seguir de cerca.

Jesús Lens