Pidámosle al PSOE andaluz que apoye los Presupuestos autonómicos. ¿Qué les parece? Una locura, ¿verdad? Un sinsentido. Algo absurdo. Imposible. Y sin embargo… No, no me he vuelto chalado ni escribo estas líneas en estado febril, como un personaje de Dostoyevski. Tómenselo, si acaso, como una propuesta naif, bienintencionada e inocente.
Apenas quedan tres días para el debate sobre el Presupuesto en el Parlamento andaluz. De momento, tanto Vox como Adelante Andalucía y PSOE han planteado enmiendas a la totalidad, lo que supondría tumbarlos, de facto.
Todas las miradas están puestas en Vox, dado que contribuyeron a aupar a Juan Manuel Moreno y a Juan Marín al gobierno de la Junta. Para el partido de ultraderecha, sin embargo, este Presupuesto es inaceptable: resulta continuista y podría haberlo propuesto el propio PSOE.
Paradójicamente -aunque suponemos que por razones diferentes- Adelante Andalucía, desde su izquierdismo más extremo… ¡también considera que son unos Presupuestos con tufillo socialista!
¿Se imaginan que Susana Díaz decidiera hacer lo contrario de lo que señala la lógica, apoyara los Presupuestos y los vendiera como suyos, arrogándose el éxito de su gestión? A cambio, el PSOE recabaría el apoyo de Cs y del PP para hacerse con el gobierno de determinados ayuntamientos y comunidades autónomas en liza. Eso sí sería un cordón sanitario en toda línea… Casi, casi un condón.
Y no. No es solo una cuestión de mercadeo político. Los Presupuestos presentados suponen, para Granada, avanzar en cuestiones de movilidad como el Metro, comenzar con la implantación del acelerador de partículas o la construcción de la nueva Biblioteca de Andalucía, entre otras infraestructuras.
Su no aprobación supondría la prórroga de los últimos Presupuestos del gobierno de Susana Díaz y que PP y Cs se centren en las cuentas del 2020. Un ejercicio perdido, o sea. En Granada capital ya tenemos experiencia en eso de perder un año detrás de otro por la prórroga de los presupuestos municipales. Los últimos datan de los tiempos de Torres Hurtado, nada menos. Por todo ello, y precisamente porque sabemos que es imposible, ¿se imaginan que…?
Jesús Lens