Estaba esta tarde repasando esos recorticos de prensa que me gusta guardar cuando me encontré con la siguiente frase, un aforismo de origen hondureño que me ha enamorado a la primera lectura:
«Bien vale perder un barco por conocer un puerto».
¿Sí? ¿Seguro? ¿Siempre? ¿Según? ¿Y si ese barco era, precisamente, el que te hubiera conducido al paraíso?
Jesús Lens, dudoso.