Hace un par de días publicábamos ESTA reseña sobre “Buda blues”, justa y apasionadamente entusiasta, a la que algunos amigos respondieron de forma igualmente encomiable, diciendo que iban a comprar el libro. Y, además, a leerlo.
A veces, es frustrante escribir reseñas literarias. Cuando escribo de cine, es más habitual que haya comentarios, tertulias y conversaciones, aunque pensaba que “La red social” iba a generar un gran debate y, sin embargo, nadie dice ni pío sobre la misma.
Las entradas de libros, sin embargo, suelen pasar sin pena ni gloria por el Blog, hasta el punto de que uno no sabe siquiera si son leídas o sirven para algo.
Hasta que pasan cosas como la que relatamos a continuación:
Al día siguiente de blogueada la reseña, un amigo me manda un e mail pidiéndome que le recordara el título del libro recomendado en cuestión, para encargarlo en su librería de referencia. Y, a los cinco minutos, me manda otro: hacía sólo unas horas que la librería había vendido el único ejemplar que les quedaba de “Buda blues”, asíq ue habían tenido que pedir a la distribuidora que lo repusiera.
Ni que decir tiene que podía haber sido casualidad, pero prefiero pensar que cuatro o cinco “Buda blues” habrán acabado en manos de lectores de “Pateando el mundo”, atraídos por el libro tras leer la reseña.
Sería el mejor síntoma de que, efectivamente, servimos.
Jesús Su Seguro Servidor Lens.
PD.- Comentad lo que leéis, que así todos vamos descubriendo cosas nuevas, opiniones diferentes.