Hace 200 años, un grupo de románticos creadores alquiló Villa Diodati, en Suiza, a orillas del lago Lemán. Su objetivo era disfrutar de la naturaleza y la montaña, pero un tiempo inusualmente frío les obligó, aquel verano, a encerrarse en la casa. Y, para que el tiempo pasara más rápido, se retaron a inventar las historias más aterradoras que pudieran imaginar. (Toda la información sobre esas míticas veladas, en este enlace).
Así fue como en el seno de Villa Diodati, durante el verano de 1816, surgió la chispa que alumbraría mitos capitales de la historia de la literatura, como Frankenstein o el mismísimo Vampiro.
Aquellas veladas en Villa Diodati pasaron a la historia como ejemplo del poder creativo latente en un grupo de personas que se reúne con ganas de disfrutar de la cultura, las artes y las letras. Ejemplo de lo productivo que resulta disfrutar de la compañía de gente interesante en un entorno especial, con tiempo por delante, compartiendo mesa, mantel y buenas viandas de la tierra.
Sobre esa base, Rosa Masip y Fernando Marías han puesto en marcha el proyecto “Diodati se mueve”, trasladando ese espíritu romántico y creativo a diferentes puntos de España. El proyecto arrancó, el año pasado, en entornos acuáticos de Madrid y Aragón. Y, ahora, llega a Granada.
El próximo fin de semana, la hospedería “El Ventorro” de Alhama de Granada se convierte, durante tres días, en la Villa Diodati suiza, acogiendo a reconocidos escritores como el propio Fernando Marías y la poeta Raquel Lanseros, a músicos como Josete Ordóñez y Neomymus y a un científico como Manuel Masip.
Y, por supuesto, a todos aquellos de ustedes que quieran sumarse a un fin de semana artístico, cultural y creativo muy especial, en el que habrá música, literatura, cine, conversación, la mejor gastronomía local, baños en las termas y, sobre todo, una convivencia muy cercana con los anfitriones.
Y todo ello con un leit motiv único y particularmente estimulante, el Viaje en el Tiempo, disciplina en la que Granada debe ser pionera: mirando hacia atrás, todas las grandes civilizaciones han dejado su impronta en nuestra tierra. Y, hacia delante, la vanguardia científica en el sector biosanitario y la posible llegada del acelerador de partículas nos hacen encarar el futuro con optimismo… y enigmática curiosidad.
Ya lo saben. El próximo fin de semana, es posible viajar en el tiempo. Los pasajes, en www.diodatisemueve.com
Jesús Lens