Me gusta recibir los mensajes que comienzan con las palabras “Estimados y estimadas Ateneístas” que, desde comienzos de este año, entran en mi buzón de correo electrónico. Una agradable y cálida reunión con Jesús Ambel en la sede del Ateneo de Granada me animó a incorporarme a una institución cultural de un sólido prestigio y cuyo programa de actividades es extraordinario, como he tenido ocasión de comprobar estas semanas.
Aunque he seguido a través de su canal de YouTube alguna de las charlas, esta tarde participaré de forma presencial, acompañando a Ana Merino en la presentación de ‘Amigo’, su novela más reciente, publicada por Destino, que conversará con Remedios Sánchez, amiga, columnista de IDEAL y directora del Festival Internacional de Poesía.
Ana todavía no lo sabe, pero hace muchos años que nos conocemos. Fue en una lejanísima Semana Negra de Gijón, el año de Fantagraphics. De hecho, espero que me firme su libro, ‘Creadores del canon’, que conservo como oro en paño. ¡Y el catálogo de otra exposición dedicada al cómic, esta más reciente: ‘Viñetas desbordadas’, con Max y nuestro Sergio García, en el Centro José Guerrero. Más que la mochila, esta tarde me tendré que llevar un carrito al Ateneo, que a menudo talentazo tendremos la ocasión de escuchar.
Se lo contaba el lunes. Estos días, cuando seguir la actualidad era demasiado doloroso, me refugiaba en las páginas de ‘Amigo’, una novela que contiene varias historias entrelazadas y que salta en el tiempo para narrarnos muchas vidas y muy diferentes entre sí.
No les cuento nada de los argumentos de ‘Amigo’. Vénganse hoy al Ateneo o, si no les cuadra, compren el libro. No es que merezca la pena. ¡Es que leerlo merece muy mucho la alegría! Permítanme que les deje un párrafo, soberbio. “Escucha infinitas voces en un mismo pálpito. Conversan desde el pasado de la historia, desde la intimidad secreta de cartas, poemas y confidencias; están con ella en este presente de risas y juegos infantiles; la acompañan con reflexiones silenciosas; la animan a seguir creyendo en el futuro. Todas suman, son la misma energía humana”.
Es posible que haber empezado el año leyendo ‘Manhattan Transfer’ me haga especialmente sensible a la polifonía narrativa y a las historias cruzadas en las que Federico García Lorca y Joaquín Amigo conviven con Inés, Agapito, María y Sabino. Eso, y que ‘Amigo’ es una tremenda novela: no por casualidad, Ana Merino ganó el Premio Nadal en 2020. Un lujazo tenerla en el Ateneo de Granada.
Nada más saber que había ganado el Premio Fernando Quiñones de novela, le mandé a Juan Madrid unas preguntas, a través del correo electrónico, para compartirlas con vosotros.
Aquí, el resultado.
Acabas de ganar un premio de novela con una obra cuyo título es enormemente poético y sugerente: «Los hombres mojados no temen la lluvia».
En primer lugar: enhorabuena. Y, seguido: ¿hace referencia el título a esa frase, tan manida, desde que comenzó la crisis: «con la que está cayendo…»?
El título: «Los hombres mojados no temen la lluvia», surgió de expresiones de argot talegario. Un «mojado» es un hombre marcado por la policía, se utiliza también para los que ya no pueden librarse de su destino o condición. Se dice «Tú estas mojado.» De esa manera un «mojado» es alguien que acepta su destino. Lo he oído también aludiendo a que los «mojados» ya les da lo mismo lo que les pase.
El Jurado ha señalado en su fallo que se trata de una trama de actualidad que incide en la corrupción de nuestro tiempo. ¿Cómo piensas que está tratando la literatura contemporánea española los temas de la corrupción y la crisis?
En todas mis novelas, o casi, trato de rellenar los huecos del mundo, esos agujeros que aparecen por doquier, tanto sobre la naturaleza, aquí y ahora, del ser humano concreto, como de todo lo que se oculta, sea corrupción, la doble verdad, la doble moral y la doble contabilidad. Con palabras del extraordinario y lúcido profesor granadino, Juan Carlos Rodríguez, una literatura de las cicatrices. ¿Se puede ser angelical en un mundo con doble moral y doble contabilidad? ¿Se puede ser ético en un mundo que acepta la tortura y la exclusión social como principio? Mi novela tiene mucho de tragedia griega. El personaje principal, el abogado Liberto Ruano, descubre que su destino ya está trazado y no puede librarse de él.
Hay muchos tipos de novelas y novelistas en este país. Muchas son catatónicas, interesadas solo en la verbalidad desatada, en el merodeo verbal, novelas cuyos personajes tardan cuarenta páginas en subir una escalera. Creen o actúan como si la realidad fuera transparente. No saben, o no quieren saber, que la realidad, gracias a los múltiples discursos oficiales, es opaca y poco visible. Contar lo que pasa de verdad es tarea de algunos novelistas. Al menos, lo llevo intentando desde 1980, cuando se editó «Un beso de amigo», mi primera novela.
Uno de los personajes fundacionales e imprescindibles de la novela negra española es Toni Romano. ¿Tendremos noticias suyas próximamente?
Los halcones no eligen a las palomas. Toni Carpintero es un pretexto narrativo, un guiño a Sherazade, para que yo pueda contar la transición en este país. Llevo siete con este personaje, la última fue «Adiós, princesa», (2008)
El Planeta lo ha ganado Lorenzo Silva, con una nueva entrega de su saga de guardas civiles, Bevilaqua y Chamorro. Ahora tú ganas el Quiñones con otra novela negra. ¿Es peligroso que la novela negra se oficialice? ¿Puede adocenarse y perder parte del mordiente que debería ser una de sus señas de identidad?
La novela, negra, fucsia, verde… ya está oficializada. Todo está oficializado, convertido en una pizzería, una mera mercancía en el gran supermercado. «Me da usted una novela negra, por favor» «¿La quiere usted con corrupción… con crímenes sangrientos… un poquito de romanticismo? La diferencia estriba, creo, en los discursos, o mensajes -terrible palabra esta- que emite cualquier obra literaria que, en suma, es «una propuesta de mirada al mundo». En darse cuenta de que ese mundo presentado está acabado, listo y en orden, o por el contrario, está en pleno desorden y sin acabar diferencia a los escritores, tanto como su habilidad narrativa.
El problema es que solo hemos aprendido a leer una sola vez en la vida.
El año en que Semana Negra de Gijón, de la que tú fuiste uno de los fundadores, ha cumplido sus primeros 25 años de existencia, tú organizaste la I edición de la Semana de Cine Negro de Salobreña, con un éxito sobresaliente. ¿Estás trabajando ya en la II edición? ¿Nos puedes adelantar algo de la misma?
Sí, creamos en 1985 una Asociación Internacional de escritores «diferentes» o sea policíacos. Se creó entre La Habana y San Juan de los Ríos, México. Julian Semionov, un gran escritor soviético, desconocido aquí, fue su primer presidente y Paco Ignacio Taibo II, su vice. Buscábamos una literatura «comprometida con la realidad», abandonando el inoperante «realismo socialista». Ya estaba prevista la Semana Negra de Gijón, en Yalta (URSS), La Habana, Berlín… pero la asociación se fraccionó, la guerra fría no había muerto, y sigue sin morir. Sigue vivita y coleando.
De todo aquello quedó Gijón… pero no era ya lo mismo.
Y, para terminar, en estos tiempos de recortes y de puesta en cuestión de la necesidad, de la utilidad de las Letras y de la formación clásica… ¿Es útil la literatura? ¿Para qué sirve?
¿Para qué sirve la literatura? Gran pregunta esa donde las haya. Pero aclaro, creo en la capacidad de «distraer» que posee la literatura, su capacidad para escuchar el eco de la risa de Sherazade. Solo los pedantes de ambos, o de los tres o cuatro sexos que existen, son capaces de expulsarla de sus vidas. La literatura, el conocimiento que aporta sobre el mundo y sobre nosotros, es fundamental. Es una forma de conocimiento que nos distrae de la muerte.
Y ahí andamos, un grupo de enajenados, organizando la II Muestra, dedicada a México, con dibujantes y guionistas de cómic, novelistas y cineastas…
Saludos fraternales.
¿Qué os ha parecido? Personalmente, me parecen respuestas muy reveladoras de una forma de entender la literatura, que es lo mismo que una forma de entender la vida…
¡Menos mal que llegué a tiempo de hacerme con el último ejemplar a la venta de «Viva la vida», la joya de Baudoin y Troubs que, editada por Astiberri, acabo de devorar en el avión que me traía de Madrid. Subtitulada como «Los sueños de Ciudad Juárez»… no voy a explicarla ahora. No puedo.
Es tarde y estoy reventado. Mañana hay que madrugar. Pero me parece que el libro es uno de los mejores ejemplos de lo que es Semana Negra, el festival multicultural más populoso de Europa, en el que durante 10 días se han vendido y regalado la impresionante cifra de 43.000 libros.
Uno, es éste. De estos tipos: frontera, injusticia, muertes, compromiso, talento, creatividad, colaboración, viajes, arte, libros, dibujos… y una maravillosa conclusión: «hacer que los sueños se hagan realidad».
Gracias, amigos de Semana Negra, por seguir haciendo posible el milagro.
Hasta el año que viene. En Gijón. SN12. La 25. Porque esto es la Semana Negra… ¡y sigue!
XXIII Concurso Internacional de Relatos, Semana Negra 2010
La SEMANA NEGRA y el ATENEO OBRERO DE GIJÓN
convocan el
XXIII Concurso Internacional de Relatos Policíacos
que se regirá por las siguientes
BASES:
1. Los textos estarán redactados en español.
2. Todos los trabajos se deberán presentar mecanografiados a doble espacio, con un máximo de 68 caracteres por línea y 32 líneas por página, en papel tamaño A4 y con una extensión máxima de seis páginas. Se admitirán como máximo dos relatos por autor.
3. Los trabajos, que no podrán llevar firma ni señal alguna que delate su procedencia, deberán enviarse por triplicado (en caso de envío por correo ordinario) y haciendo constar en el encabezamiento el título elegido al Apartado de Correos 271 (33280 Gijón, ESPAÑA), en un sobre cerrado en cuyo exterior se indique «Para el XXIII Concurso Internacional de Relatos Policíacos». El envío deberá ir acompañado de otro sobre cerrado en cuyo exterior figure exclusivamente el título del relato y en cuyo interior figurarán los datos del participante: nombre, apellidos, dirección, teléfono y dirección de correo electrónico.
También podrán enviarse los trabajos a través de correo electrónico. En este caso, deberá enviarse mediante una única copia del trabajo en un mensaje a la dirección de correo: relatos@semananegra.org, en cuyo «Asunto» figure exclusivamente el título del relato, adjuntando un archivo con el relato en formato Word que llevará como nombre el mismo título del relato. El participante deberá enviar también, y por cada relato, otro mensaje a la dirección electrónica: plicas@semananegra.org, en cuyo «Asunto» figure el título del relato, adjuntando un archivo en formato Word que llevará como nombre el mismo título del relato y que incluirá los datos personales y de contacto del autor: nombre, apellidos, dirección, teléfono y dirección de correo electrónico.
Los participantes que opten por enviar sus trabajos mediante correo electrónico deberán hacerlo desde cuentas de correo que no permitan conocer, en ningún caso, la identidad del remitente.
4. Los relatos deberán ser rigurosamente originales e inéditos.
5. El plazo de admisión finalizará el 15 de Junio de 2010, admitiéndose los trabajos que hayan sido certificados en correos hasta esa fecha o enviados a través de correo electrónico hasta la misma fecha límite.
6. Se establecen cinco únicos premios: un primer premio de 1.200 euros y tres accesits de 150 euros cada uno. De este importe se descontarán los impuestos correspondientes.
7. La SEMANA NEGRA se reserva el derecho de publicar los relatos premiados, sin que los autores perciban, por ello, derecho alguno, quedando sólo obligada a citar el nombre del autor.
8. El jurado estará compuesto por tres escritores y/o críticos participantes en la SEMANA NEGRA, así como una representación del ATENEO OBRERO DE GIJÓN.
9. El jurado podrá declarar desiertos los premios si, a su juicio, las obras presentadas no reúnen la calidad necesaria.
10. La organización se reserva el derecho de no admitir los trabajos que incumplan alguno de estos requisitos y no se compromete a la devolución de los originales.
11. La participación en este concurso supone la aceptación, sin excepciones, de las presentes bases.