¿Alguien lo dudaba? ¡Esto es la Semana Negra… y sigue! Comencemos por esta iniciativa, que supone el pistoletazo de salida para el magno evento:
La SEMANA NEGRA y el ATENEO OBRERO DE GIJÓN
convocan el
XXV Concurso Internacional de Relatos Policíacos
que se regirá por las siguientes
BASES:
1. Los textos estarán redactados en español y deben ser originales e inéditos.
2. Todos los trabajos deberán tener una extensión máxima de 3000 palabras (equivalente a seis páginas a doble espacio). Se admitirán como máximo dos relatos por autor.
3. Los trabajos, que no podrán llevar firma ni señal alguna que delate su procedencia, deberán enviarse por triplicado (en caso de envío por correo ordinario) y haciendo constar en el encabezamiento el título elegido al Apartado de Correos 271 (33280 Gijón, ESPAÑA), en un sobre cerrado en cuyo exterior se indique «Para el XXV Concurso Internacional de Relatos Policíacos». El envío deberá ir acompañado de otro sobre cerrado en cuyo exterior figure exclusivamente el título del relato y en cuyo interior figurarán los datos del participante: nombre, apellidos, dirección, teléfono y dirección de correo electrónico.
También podrán enviarse los trabajos a través de correo electrónico. En este caso, deberá enviarse mediante una única copia del trabajo en un mensaje a la dirección de correo: relatos@semananegra.org, en cuyo «Asunto» figure exclusivamente el título del relato, adjuntando un archivo con el relato en formato Word que llevará como nombre el mismo título del relato. El participante deberá enviar también, y por cada relato, otro mensaje a la dirección electrónica: plicas@semananegra.org, en cuyo «Asunto» figure el título del relato, adjuntando un archivo en formato Word que llevará como nombre el mismo título del relato y que incluirá los datos personales y de contacto del autor: nombre, apellidos, dirección, teléfono y dirección de correo electrónico.
Los participantes que opten por enviar sus trabajos mediante correo electrónico deberán hacerlo desde cuentas de correo que no permitan conocer, en ningún caso, la identidad del remitente.
4. El plazo de admisión finalizará el 10 de junio de 2012, admitiéndose los trabajos que hayan sido certificados en correos hasta esa fecha o enviados a través de correo electrónico hasta la misma fecha límite.
5. Se establecen tres premios: un primer premio de 1000 euros y dos accesits de 150 euros cada uno. De este importe se descontarán los impuestos correspondientes.
6. La SEMANA NEGRA se reserva el derecho de publicar los relatos premiados, sin que los autores perciban, por ello, derecho alguno, quedando sólo obligada a citar el nombre del autor.
7. El jurado estará compuesto por tres escritores y/o críticos participantes en la SEMANA NEGRA.
8. El jurado podrá declarar desiertos los premios si, a su juicio, las obras presentadas no reúnen la calidad necesaria.
9. La organización no se compromete a la devolución de los originales.
10. La participación en este concurso supone la aceptación, sin excepciones, de las presentes bases.
Nunca podremos agradecer lo suficiente a Negra y Criminal; a Montse y Paco, que hagan posible imágenes como ésta:
Lo reconozco, soy un fetichista irredento. Pero también creo que si abres la primera página de un libro y te encuentras la dedicatoria manuscrita de su autor, es como si el resto de las páginas también estuviesen especialmente dedicadas y dirigidas a ti, como si el autor las hubiese escrito mientras hablaba contigo, contándote al oído la historia.
Es como si estuvieras de cañas con él, hablando, y luego escribiese parte de esas conversaciones.
Un libro dedicado es algo bonito, hermoso y especial. Predispone a la lectura y demuestra que el libro de papel, el libro objeto, tiene una larguísima vida por delante.
Y tampoco podremos agradecer lo suficiente a Paco Ignacio Taibo II, a Cristina Macía y a todo el extraordinario equipo de Semana Negra el que haya acercado a algunos de los mejores escritores del mundo a Gijón, en un Festival absolutamente democrático en el que los autores y los lectores se dan la mano, comparten cañas y pueden charlar hasta el infinito y más allá.
¡Compañeros, ojalá que pueda ser en Gijón. Y, si no, en otra ciudad asturiana. Pero si tenemos que ir a México, Santiago de Chile, Bogotá, Phnom Penh, Mc Murdo o hasta el mismísimo Marte; iremos.
Es lunes y, por tanto, es el día más adecuado, oportuno y necesario para echarse un sueñecito.
¿Y si soñamos con Tánger?
Podemos hacerlo a través de una fantástica novela, “Sueños de Tánger”, que me ha hecho recordar mis primeros viajes a Marruecos, los “amigos” y un largo etcétera. Ésta es una de las últimas novelas de Jon Arretxe, uno de los tipos a los que más me ha gustado conocer en las últimas ediciones de Semana Negra y de cuya “Shahmarán” ya hablábamos maravillas AQUÍ.
Si queréis soñar un poquito más con Tánger, dejaros caer por AQUÍ, que nos gusta participar en webs hermanas de la calidad de “Calibre 38”.
Llegué cansado a Gijón. Muy cansado. Estos meses están siendo de infarto y, si bien las cosas van sucediendo a una velocidad vertiginosa, los días empiezan demasiado temprano y nunca terminan de terminar. Y cuando lo hacen, ya es tarde. Muy tarde. Quizá demasiado.
El avión llegó pasadas las 5 de la tarde y a las 7 tenía la presentación de Alejandro Pedregosa. Sin apenas tiempo para saludar a los amigos, habiendo dejado la maleta en el coche de la organización, me senté en la mesa de la carpa A Quemarropa y comencé a charlar con Alejandro sobre su novela “Un mal paso”.
Lo pasamos bien y, cuando ya daban las siete y media, Rafa me hizo el gesto habitual: 2 minutos. Di las gracias a los presentes, les conminé a comprar el libro presentado y ya me giraba hacia Alejandro, dando por terminado el acto, cuando Marina, siempre al quite, me recordó la frase, célebre, que llevo ya la friolera de nueve años escuchando, pronunciando, aplaudiendo y repitiendo en Gijón: esto es la Semana Negra… y sigue.
Durante toda la Semana, el runrún fue tan constante como inevitable. Que si Avilés, que si Milán, que si Barcelona, Mieres o Castellón. Que si final de ciclo, final de Semana, final de todo. Tiempos oscuros y sombríos, más que negros. ¿Sería la profecía maya, que se quiere cebar con la Semana Negra?
Así llegamos al domingo, el día en el que Paco Ignacio Taibo II hace un speech de clausura que, sistemáticamente y todos los años, consigue inundar de lágrimas los ojos de los más duros y recalcitrantes escritores negros, criminales, zombies y terroríficos, como si fueran corderitos de Norit.
La expectación era máxima. Taibo, solo, en el escenario. Pero todos, abajo, con él. Y el discurso no defraudó. Un discurso sólido, basado en datos y en cifras, concluyentes, aplastantes e inapelables. Durante estos diez días, no sólo se vendieron y regalaron casi 43.000 libros (un 14% más que el año anterior, con la que está cayendo), es que, además, la Semana Negra le reporta a Gijón una riqueza cifrada en más de diez millones de euros anuales y un impacto mediático para la ciudad que se calcula en otros dos millones de euros.
Pero, sobre todo, volvió a ser un discurso basado en la épica de la resistencia y en la poesía de la creación. Porque en tiempos de crisis, la cultura es el oxígeno que una sociedad necesita para respirar, sobrevivir y soñar. Una cultura accesible, que permita a la gente leer en libertad.
Sobre esa premisa, PIT II pasó la pelota a los munícipes de Gijón. Si quieren, habrá Semana Negra. En Gijón. Pero la Semana Negra que, con sus columpios, sus churros con chocolate, su pulpo y su chumba-chumba, tanto nos gusta. Si no, también habrá Semana Negra, aunque fuera de Gijón.
La fecha para una respuesta: el 15 de septiembre.
Porque esto es la Semana Negra y, además de seguir, dura. Es muy dura. Y resistente.
Porque la Semana Negra son Taibo, Cristina, Ángel de la Calle y el resto de un equipo no sólo volcado y voluntarioso sino también profesional. Muy profesional. Pero la Semana Negra también somos todos los periodistas, escritores y lectores que, por decenas de miles, estamos convencidos de que la única cultura posible es la cultura libre, abierta, accesible y popular.
Por todo ello, repitámoslo, alto y claro: Esto es la Semana Negra… ¡¡¡Y SIGUE!!!