NOTICIAS DE LA NOCHE

Saludos cordiales. Nos vamos a meter con los medios de comunicación, a través de la primera novela de Petros Markaris protagonizada por su personaje referencial: Costas Jaritos.

«Noticias de la noche» comienza con la muerte de unos inmigrantes rumanos y… bueno. Que leáis ESTA reseña que tenemos publicada en La Gangsterera, una de nuestras publicación favoritas en la red.

 

De Markaris hablamos AQUÍ, siendo ya un viejo conocido de todos nostros.

 

Vamos, vamos, vamos. ¡A leer!

 

Jesús Lens.

HIJOS DE HERACLES

Reconozcamos varias cosas. Reconozcamos, por ejemplo, que después de “300”, Esparta corría el riesgo de haberse agotado.

Así, cuando estábamos en Semana Negra y Teo Palacios, uno de los miembros de ESTA Andalucía Connection, me dijo que su novela, “Hijos de Heracles”, exquisitamente publicada por la editorial Edhasa, iba sobre los espartanos, por mi frente cruzó un pensamiento muy parecido a “otra más sobre Leónidas y las Termópilas”. Y Teo debió de verlo porque, sobre la marcha, me explicó que no. Que su novela no iba sobre la célebre gesta de los espartanos contra los persas.

Reconozcamos, por tanto, que nuestra cultura clásica es más bien básica. Porque de los espartanos, además de saber que sus cuerpos estaban retocados digitalmente y de que pasaban las de Caín con su régimen, conocemos más bien poco. Tirando a nada.

Y de ello te das cuenta, precisamente, cuando lees una novela como “Hijos de Heracles”, en la que Teo Palacios nos cuenta, precisamente, cómo se conformó ese régimen espartano: las fórmulas de gobierno, su educación y, por supuesto, su severísimo régimen disciplinario y militar. Por eso se subtitula “El nacimiento de Esparta”.

Había veces en que mi hermano, mientras leía la novela, cómodamente sentado en su silla de playa, levantaba la vista del libro, me miraba y decía: “tú no deberías de leer esta novela”. Y, claro, ya la he leído. Y reconozco que, por momentos, le tenía que dar la razón. Porque, para quiénes nos gustan los deportes agonísticos y nos hemos dejado las suelas de las botas de montaña subiendo a lo más alto de los picos más altos de nuestro entorno… y de más allá; para quiénes disfrutamos saliendo a correr y todo lo que no sea pasar de los 12 o 14 kilómetros no tiene sentido; los espartanos son un ejemplo a seguir.

Reconozcamos que correr con zapatillas no tiene mérito. Que Abebe Bikila ganó dos maratones olímpicas corriendo descalzo, sin ir más lejos. Y que los espartanos, por contar una anécdota, les ponían pesas en las extremidades, a los niños de 3 años, para que comenzaran a fortalecer su musculatura. Reconozcamos, pues, que somos unos blandengues.

Reconozco que he sido bastante reacio a la novela histórica. Hasta ahora. Porque la lectura de “Hijos de Heracles” o, hace unas semanas, de “El elefante de marfil”, de Nerea Riesco y “La colina de las piedras blancas”, de José Luis Gil Soto, me anima a seguir perseverando en el género. Sobre todo, me acuerdo de una frase preclara de Nerea, cuando decía que a ella, lo que le gusta, son las historias que pasan en la Historia. Los personajes, sus relaciones, sus encuentros y desencuentros, aventuras y desventuras.

Y de todo ello hay en “Hijos de Heracles”, por supuesto. Una novela que, partiendo de una documentación muy escasa y dispersa, traza un inmejorable fresco sobre Esparta y sus gentes, sobre la génesis y el proceso del que fue uno de los ejércitos más temibles de la historia de la humanidad.

Reconozcamos, en fin, el valor y la importancia de una buena portada. No me extraña que Teo estuviera orgulloso de la suya. ¡Impresionantes e imperiales, el diseño y la ilustración de Tim Byrne!

Lo dicho. Que si queréis saber cómo Leónidas y sus 300 llegaron a ser capaces de parar a los persas en las Termópilas, tenéis que leer “Hijos de Heracles”.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

RECOPILANDO

¡Qué jóvenes éramos entonces! Me ha encantado ESTA reseña de Enrique Bienzobas sobre una Semana Negra que, casualmente, fue mi primera Semana Negra… ¡Ocho han pasado ya! (Casi) toda una vida…

Y, sobre ESTA columna de IDEAL que publicábamos ayer, vamos encontrando escritos que dicen que sí. Que la cultura, alimento del alma, también es necesaria en tiempos de crisis. Lean AQUÍ a nuestro amigo Volador que, desde su universo flamenco y literario se alinea en pro de la Cultura, aún cuando vienen mal dadas.

Y, además, estoy molido, después de que el insensato de mi hermano decidiera que era el día para cometer una locura atlética, que nos condujo hasta Pinos Genil, por cuyas calles corríamos justo cuando, a las doce del medio día, las campanas tañían con alegría.

Volvíamos, bajo el infernal sol de mediodía, maldiciendo la hora en que se nos ocurrió alargar la carrera de hoy, y recordábamos a Hemingway, claro:

– Nunca preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti.

 

Pero es la única manera, én esta época, de sentir álgo de épica…

 

Jesús Lens.

LA LITERATURA DE LA CRISIS

Amigos, hoy publicamos en IDEAL un reportaje sobre la Literatura de la Crisis. Tanto hablar sobre la crisis de la literatura y, sin embargo, nos planteamos la tesis de si ha llegado la hora de que sean los libros los que analicen la nueva sociedad que está surgiendo del incendio provocado por la crisis.

 

Lo podéis leer AQUÍ.

¿Qué os parece la tesis y qué os parece el reportaje? La Andalucía Connection de la que hablamos AQUÍ, sigue dando que hablar. Y que leer.

 

Jesús Lens, crítico. A la fuerza.

SIETE MANERAS DE MATAR A UN GATO

«Hay siete formas de matar a un gato…

Pero a la hora de la verdad sólo hay dos maneras: por las buenas o a la brava.»

¿No es una excelente manera de comenzar una novela?

Esas palabras de El Chueco marcan el comienzo de una excepcional novela de Matías Néspolo sobre la que, si queréis saber algo más, podéis seguir leyendo AQUÍ, en el Blog de nuestra querida Asociación NOVELPOL.

¡Anímense a leer otras novelas, distintas a las habituales! Ésta, publicada por Los libros del lince, lo es.

 

Jesús Lens.