Tengo querencia y predilección por Paco Puentedura, lo reconozco. De todos los concejales del Ayuntamiento presente, pasado y posiblemente del futuro, creo que es el más currante y trabajador, el más comprometido con la ciudadanía y quien mejor conocer los intersticios de su funcionamiento.
Me gusta lo que dice Puentedura. Y cómo lo dice. Me suele gustar, también, lo que hace y lo que vota. Y las razones que justifican y explican su comportamiento. Por ejemplo, lo de susto o muerte, aplicado a su voto favorable en el último pleno extraordinario que aprobó subir el IBI un 3% y recortar el gasto en limpieza, entre otras medidas.
Un voto que, según explicaron desde la confluencia Podemos-IU, sirve para evitar la ruina económica y financiera del Ayuntamiento de Granada. Si no se hubiese aprobado la polémica medida, “el Ayuntamiento tendría que hacer frente en 2022 y 2023 al pago de los 52 millones de euros de intereses por préstamos bancarios y no hubiese tenido dinero para pagar los más de 90 millones de deuda a proveedores, lo que hubiese tenido como resultado el colapso de las arcas municipales”, según Puentedura. De ahí lo gráfico de su resumen final: entre votar susto o muerte, votaron susto.
El PSOE no tardó en atacar a Podemos-IU con el peregrino argumento de que habían votado lo mismo que Vox, en una muestra más de que muchos de nuestros representantes están más entregados al politiqueo que a la política. Da lo mismo el tema del que se trate, las circunstancias que concurran o lo delicado de la situación: hay que votar en contra del rival.
¿Leyeron ustedes ‘Ocho años al borde del abismo’, el espeluznante recorrido histórico que hizo Pablo Rodríguez por las finanzas de nuestro consistorio? (Véanlo AQUÍ)
Que era necesario tomar decisiones resulta incuestionable. Que había que hacerlo ya, también. La duda es: ¿por qué no ayudaron los demás partidos al gobierno de Paco Cuenca en años anteriores? Mejor susto que muerte, ciertamente, pero me queda la sensación de que Podemos-IU es mucho más exigente con el PSOE que con cualquier otro partido a la hora de tomar impopulares decisiones de calado para la ciudadanía.
Jesús Lens