El que haya tantas candidaturas a las próximas elecciones municipales tiene un efecto que puede ser a la vez positivo y negativo: la cantidad y variedad de propuestas para la Granada del futuro. Corrijo. Negativo, no. Abrumador.
Seguir la actualidad electoral de estos días es asistir una incesante batería de ideas y sugerencias -también de extravagancias y ocurrencias- sobre cómo mejorar nuestra tierra, tanto a corto como a medio y largo plazo.
Dos de las que han parecido más interesantes las han sugerido Ciudadanos y, cada uno a su manera, el PSOE y la confluencia de Cambril. Los naranjas plantean que la UGR se convierta en referente en ciberseguridad, uno de los nichos de mercado del futuro que puede servir para aprovechar el talento local y atraer el foráneo.
Según Ciudadanos, no hay ninguna universidad española que tenga un grado en materia de ciberseguridad, por lo que sería tomar la delantera en un campo al que, efectivamente, se le augura un futuro prometedor.
Por su parte, tanto PSOE como los Unidos Podemos Adelante de Cambril plantean, además de un corredor verde por el Monachil y la renaturalización del Genil, la polémica, pero cada vez más necesaria tasa turística.
¿De verdad piensa alguien que dejaría de venir a Granada un significativo número de viajeros por pagar dos o tres euros diarios en concepto de tasa turística? El turismo, que es una imprescindible fuente de ingresos para la economía granadina, también conlleva una serie de gastos que una tasa turística podría contribuir a mitigar.
Todos queremos un Albaicín limpio, por ejemplo. Limpio y bien cuidado. Accesible y transitable. Un Albaicín que, además de ser cómodo y habitable para los vecinos, resulte atractivo para los turistas y viajeros. Pero eso es caro. Muy caro. Y una tasa turística permitiría sufragar parte del coste de mantenimiento.
Una duda. ¿Se han manifestado los partidos sobre el precio de la entrada a la Alhambra? Si queremos que el monumento se abra más a la ciudad y colabore con su día a día cultural, además de contribuir al sostenimiento de la OCG, ¿no haría falta mirar lo del precio de la entrada, subiendo la general y aumentando los descuentos para diferentes colectivos especiales, granadinos incluidos?
Jesús Lens