The following

La nueva serie estrenada por TNT (y muy pronto en abierto) venía bendecida por la crítica más selecta, por lo más granado de la creciente estirpe de los partidarios de tomarse la Vida en Serie… y por los más de 10 millones de espectadores que, la semana pasada, le dieron el visto bueno.

 The Following

Visto el primer episodio, el piloto, que la TNT repite este domingo a las 23 horas; me han quedado sensaciones encontradas.

 

El principio, salvaje: una fuga de la cárcel protagonizada por un asesino en serie, que deja tras de sí a cinco guardias asesinados. Y una pintada en la pared: Nevermore. Nunca más.

 

Y, de inmediato, un personaje que, de tan tópico, dan náuseas: un ex agente del FBI apartado del servicio años ha… y alcohólico. Y guapo, claro. Kevin Bacon. El agente que, en 2003, detuvo al preso fugado. Quien mejor lo conoce. Y al que piden que vuelva al FBI, como asesor, hasta dar con el fulano.

 The Following

Y, claro, piensas que la serie será la persecución del menda. Un menda que, a decir verdad, sí parece un malo interesante. Como señala Kevin Bacon: “Es alguien con esa capacidad de seducción, con habilidad para transmitir sus deseos y hacer que otros se sientan atraídos por él”.

 

Pero, a una velocidad vertiginosa, empiezan a pasar cosas y a aparecer personajes. Muchos de cuáles, además, hacen flash back hasta ese 2003, el año en que todo ocurrió.

 

Y hay un secuestro. Y entonces piensas… ¡Ah!

 

Pero no.

 

Ni mucho menos.

 The Following

En apenas cuarenta minutos ocurren tantas cosas, aparecen tantos personajes, hay saltos en el tiempo, relaciones, idas, venidas y vueltas a ir… que terminas el capítulo con el resuello perdido, sin estar muy seguro de haber sido capaz de asimilar tanta información.

 

El piloto de “The Following” no es que tenga una sorpresa o dos. Es que no tiene menos de diez. Y, claro… unas las puedes adivinar, intuir y anticipar. Otras, sin embargo, te pillan con el pie cambiado.

 

No sé cómo progresará la serie, pero ahora mismo no sé si me han tomado el pelo o he sido testigo de una genialidad.

 

Y si ando rumiándolo… por algo será. En cualquier caso, y como sostiene el propio Kevin: “Lo que más me obsesiona respecto a este papel, y eso afecta tanto a mi personaje como al de James (Purefoy, el villano), es cuánto tiempo podríamos mantener la tensión necesaria como para que la serie sea relevante. Veremos hasta donde podemos tensar la cuerda”.

 

Una buena conclusión, sinceramente.

The Following

Así las cosas, ¿has visto el piloto de The Following? ¿Y? ¿Qué te ha parecido? O, si no lo has visto aún… ¿piensas hacerlo?

 

Jesús Lens

Las organizaciones

Veréis porqué decíamos que esta portada nos forzaba a escribir

Al principio de la serie Boardwalk Empire, la Atlantic City de los años 20 del pasado siglo luce colorista, alegre y luminosa. La ciudad tiene un paseo marítimo que es una joya y todos sus habitantes parecen vivir felices y comer perdices.

Creada por Martin Scorsese y Terence Winter, el padre de Los Soprano, esta colosal serie tiene como protagonista a Nucky Thompson, un político local del Partido Republicano que, en el consistorio, ocupa el puesto de… Tesorero. Desde esa posición y con su hermano al mando de la policía local, Nucky hace y deshace a su antojo, tanto en la ciudad como en el conjunto del estado y hasta en la propia Washington, siendo una de las voces que todos escuchan a la hora de nombrar, por ejemplo, al Fiscal General.

 Nucky Thompson

Por supuesto, de poner y quitar alcaldes y concejales a su antojo, ni hablamos. Entre los personajes secundarios de esta prodigiosa serie está un joven Al Capone, que ya empieza a hacer de las suyas en la ciudad de Chicago, asociado a Nucky.

Y es precisamente en la Ciudad del Viento, también conocida como la Segunda Ciudad de los Estados Unidos, donde transcurre la acción de otra serie igualmente portentosa, inquietante, anticipatoria y desasosegante: “Boss”.

Si bien es cierto que el personaje de Nucky tiene muchos paralelismos con personajes actuales, podríamos pensar que media un abismo entre los Estados Unidos de hace un siglo y hoy en día. Sin embargo, “Boss” transcurre en la actualidad. Y no en una ciudad cualquiera, sino en la ciudad de moda, gracias a Obama, que allí tiene uno de sus feudos más leales.

 Boss

El Jefe que da título a la serie sí es alcalde de la ciudad pero, ni que decir tiene, en sus manos acumula mucho más poder que el meramente otorgado por su puesto y, así, sus chanchullos, tejemanejes y negocios convierten al contrabando de alcohol organizado por Nucky en un juego de niños.

El Boss es el Jefe, claro. Pero ese título implica más, mucho más, que una simple jefatura o puesto en el escalafón.

El Boss, el Jefe, es el Capo.

El Puto Amo.

El que maneja los hilos, como Coppola nos mostrara en “El Padrino”, una de esas inabarcables sagas que no se terminan nunca.

 Boardwalk Empire

Nos gusta pensar que todas figuras, todos estos personajes y sus prácticas corruptas y mafiosas, son producto de la desmesurada y calenturienta imaginación de los novelistas y guionistas norteamericanos. Pero, por desgracia, basta con leer la prensa de estos días para comprobar que, en versión cañí y casposa, nuestra sociedad está infestada de personajillos que parecen inspirarse en Nucky o en el inefable Tom Kane interpretado por un magistral Kelsey Grammer.

Los trajes, los sobres, las dobles contabilidades, el blanqueo de dinero, los sobornos, el tráfico de influencias, los nombramientos a dedo, los hombres de confianza, los mamporreros y palafreneros que arreglan cualquier desaguisado, los conseguidores, los mediadores, los chantajistas…

No consigo olvidar el capítulo en que Kane no consigue que los concejales le aprueben uno de sus planes y, como represalia, entorpece una negociación con el sindicato de operarios de limpieza de la ciudad, a los que fuerza a ir a la huelga, al grito de: ¡Inundemos Chicago de basura! Por no hablar de cómo consigue remontar su popularidad, en uno de los momentos más bajos de su carrera, y que no cuento para no estropear el final de la primera e imperial primera temporada de “Boss”.

Y es que, ya se sabe, el cine y la tele no son más que unos meros entretenimientos a los que no conviene conceder importancia alguna…

Boss

Jesús Lens

Ahora, a ver el 22 de enero de 2009, 2010, 2011 y 2012

Vuelve «Boardwalk Empire»

La primera temporada de «Boardwalk Empire» me gustó. Pero la segunda me encantó. Y ahora, cuando la tercera está a punto de llegar a las pantallas (españolas), nos merendamos con una estupenda noticia.

La primera pecaba de esteticismo. La segunda se dejaba de milongas e iba a lo mollar. A lo sangriento. A lo desmesurado y a lo brutal. No podía ser de otra manera, con los padres de «Casino» y «Uno de los nuestros» por un lado y uno de los creadores de «Los Soprano» por otro.

La mezcla entre Martin Scorsese y Terence Winter se ha demostrado explosiva.

Y la HBO sigue apostando por ella.

¡Enhorabuena!

BBC Parte dos. Black Mirror

Hablábamos aquí de las buenas series que nos está trayendo la BBC. Lo mejor de este año, para mi gusto, es esta «Black Mirror» que comentamos ahora y que estrena Cuatro en abierto. ¡Favor de verla y comentarla!

Mucho más sorpresiva, inquietante y anticipatoria fue la radical “Black Mirror”, tres episodios de hora y media de duración, independientes entre sí, pero unidos por el nexo de presentar una distopía sobre la hipotética sociedad británica (y global) del futuro más inmediato.

El primer episodio arranca con el secuestro de una de las más queridas, admiradas y reverenciadas mujeres de la Familia Real Británica. Una de esas jovencitas modernas y comprometidas cuyos índices de popularidad eran altísimos entre sus conciudadanos. Lo curioso del caso es que los secuestradores no piden un rescate al uso, sino que exigen que el Primer Ministro británico comparezca, en riguroso vivo y directo frente a la televisión… para copular, en primera persona y en idéntico vivo y directo… con un cerdo.

A partir de ahí, el caos. Y la (decreciente) influencia de los medios de comunicación en la sociedad. Y la (creciente) importancia de las redes sociales e Internet como vehículos para la transmisión inmediata de información, datos y opiniones y, sobre todo, para tomar el pulso a lo que la gente piensa, quiere y opina en cada momento.

De los tres episodios de “Black Mirror”, el primero es el más impactante y se puede ver como una película independiente dado que ni el argumento ni los personajes vuelven a aparecer en los siguientes. Un episodio de visión obligatoria para periodistas y cualquier persona con interés por la comunicación de un futuro que, nos gustará más o menos, pero que ya es presente.

El segundo episodio es muy, pero que muy angustioso; con una lectura extrema de la telerrealidad y los concursos de aspirantes a Estrella; la gente pedaleando para conseguir puntos y alimentos y la denuncia de una sociedad banal, estratificada, aborregada, abúlica y repugnante.

Y el tercero, igualmente angustioso, nos muestra cómo sería nuestra vida si nuestra memoria fuera perfecta y tuviéramos acceso ilimitado a repasar, ver y proyectar cada uno de los segundos que componen los minutos que componen las horas que suman los 365 días de cada año. 366 si es bisiesto.

Series diferentes entre sí y diferentes a las habituales tramas históricas o a las comedias de situación. Series anticipatorias y especulativas. Ciencia ficción y terror muy apegados a la realidad. Espléndidos guiones, repartos magistrales con actores desconocidos y una capacidad de observación y análisis de la realidad circundante que elevan a las novísimas series producidas por la BBC a lo más alto de la Edad Dorada de la Televisión universal.

Jesús Lens

Veamos ahora más aPostados. Los 26 anteriores de este intenso agosto, desde aquí.

Y, también, veamos qué blogueamos los 27 de agosto de 2008, 2009, 2010 y 2011

BBC. Parte I

Además de ser un acrónimo muy utilizado entre los profesionales del vídeo y la fotografía (Bodas, Bautizos y Comuniones), la BBC pasa por ser una televisión modélica, famosa por sus rigurosos e independientes programas informativos y por haber producido muchas de las series icónicas que han contribuido a fijar en nuestras retinas la esencial forma de ser, conducirse y comportarse de los hijos de la Gran Bretaña.

De un tiempo a esta parte, la BBC también está detrás de series de rabiosa actualidad, de terror y ciencia ficción especulativa sobre el destino y la deriva de nuestras sociedades. Series de una factura impecable, técnicamente perfectas, que hacen la competencia a las mismísimas HBO y AMC norteamericanas.

Algunas de sus características fundamentales de las Series BBC:

– Repartos corales encabezados por actores jóvenes, pero sobradamente desconocidos. Y profesionales. Muy profesionales.

– Episodios largos. En algunos casos, de hora y media de duración, aquellos famosos noventa minutos que contribuyeron a hacer grande la industria de Hollywood.

– Temporadas cortas. Incluso ultracortas. Cortísimas. Como, por ejemplo, temporadas de tres episodios, sin ir más lejos.

Veamos algunos ejemplos concretos de estas Series BBC que tan buenos ratos nos están dando. La primera y más conocida, que saltó de los canales especializados y por satélite a los generalistas fue “Sherlock”, una actualización del personaje de Conan Doyle, que vive y resuelve sus casos en el Londres del siglo XXI, ayudado por un Watson, veterano de las guerras de Oriente Medio y que gestiona un Blog en que va contando los casos que resuelven él y su impertinente y genial amigo. Aparecen Adler, el policía amigo y admirador de Sherlock y, por supuesto, su némesis y archivillano, Moriarty. Guiones densos y prolijos, réplicas y contrarréplicas espetadas a la velocidad del rayo, móviles de última generación y el Ojo de Londres formando parte del skyline de la capital inglesa, pero siempre manteniendo vivo y vigente el espíritu, el ambiente y el aroma originales de las tramas y los personajes.

Una de terror, zombis y ciencia ficción de lo más entretenido es “The fades”, con protagonistas postadolescentes, enamoradizos, freaks y raritos que se enfrentan a seres maléficos, espectros y muertos no migrados con ansia de venganza y regeneración. Una serie corta repleta de asco y de humor en la que nadie es tan bueno (o tan malo) como aparenta. Porque todos, a fin de cuentas, tienen sus razones. Una serie que también insiste en lo complicado que debe ser tener poderes paranormales y sobrenaturales. Ser un Elegido, a fin de cuentas, no es una elección individual, sino una imposición de un destino caprichoso y, a veces, muy cachondo.

Continuará.

Jesús Lens

¿Vemos los anteriores 25 aPostados, ya, de este agosto que toca a su fin?

¿Y en 2008, 2009, 2010 y 2011? ¿Qué bloqueamos tal día como hoy?