Las últimas y más recientes investigaciones sobre el caso sostienen que Jack el Destripador, en realidad, era un inmigrante polaco y se llamaba Aaron Kosminski: de acuerdo con las pruebas de ADN realizadas a la sangre que cubre el chal de Catherine Eddowes, una de las víctimas del más famoso asesino en serie de la historia, el criminal sería un esquizofrénico con doble personalidad que nada tendría que ver con conjuras masónicas ni crímenes regios.
Y, sin embargo, yo prefiero pensar que no. Que el misterio sobre la identidad de Jack no será nunca resuelto, de forma que el caso pueda seguir despertando la curiosidad de los amantes del género negro y alimentando las fabulaciones de autores de todo el mundo.
Por ejemplo, de autoras como Nerea Riesco.
Solía ser uno de nuestros temas de conversación, cuando nos encontrábamos Nerea y yo: los viajes en el tiempo. Yo sostenía que viajaría hacia delante. Nerea, enamorada de la historia, decía que no. Que ella viajaría hacia atrás, que le gustaría ser testigo de determinadas épocas y lugares; conocer en primera persona qué pasó con ciertos personajes de los que apenas sabemos lo que los libros de historia, más o menos fieles a la realidad, nos han contado.
Era presumible, pues, que Nerea construyera su particular máquina del tiempo literaria, a través de la que hacer viajar a los lectores. Y aquí la tenemos. “Tempus”, publicada por la editorial Planeta.
En su más reciente novela, Nerea nos conduce del aquí y el ahora a una historia que se prolonga en el tiempo, a lo largo de los siglos. Una historia protagonizada por la intrépida y aguerrida Daniela Green, una joven que, perpleja por la muerte de su padre, se ve obligada a emprender una huida muy al estilo de las de Dan Brown.
Acompañada por Richard, uno de los alumnos de su padre, Daniela vivirá mil y una aventuras, hasta llegar a Suiza. A ese CERN que puede albergar el túnel del tiempo. Solo que, en la oscuridad habitan monstruos. Como Jack. Del que todos pensamos que era hombre. Varón. Macho. Pero… ¿y si no fuera así? Porque, a veces, las cosas no son como parecen y la historia está repleta de crímenes y asesinatos que nos siguen fascinando y que nos permiten crear ficciones tan interesantes como ésta de Nerea.
Mito y realidad. Ciencia y literatura. Pasado, presente y futuro. Todos ellos se dan la mano en un libro que, entreteniendo, servirá para que los lectores conozcan un poco más y un poco mejor a algunos de los más fascinantes personajes de una historia no suficientemente divulgada.
Jesús Lens