La música suena alta mientras van cayendo kilómetros en la oscuridad de la noche. “El silencio vence al miedo / el miedo vence a la niña / la niña vence a la sangre / sangre que cura la hería / hería que a sangre sabe”. La luz de los faros ilumina el asfalto y las líneas blancas se suceden a toda velocidad.
“Con el garrotín / con el garrotán / con el mismo garrotín a ti te darán”. De madrugada, María Jesús conduce mientras yo trasteo el CD. No dejo de darle adelante y atrás a los 17 temazos de ‘Tercer cielo’, la obra maestra parida por Rocío Márquez & Bronquio, que ya es la banda sonora original de este verano 2022. Y lo que te rondaré.
Me cuesta trabajo alcanzar ‘La marca’, la canción toná que cierra el disco. Me puede el ansia y pauso, rebobino y tiro adelante y atrás para volver a empezar. Me obligo. Llego hasta el final: “Aquel que se va, va diciendo en el silencio: ¡qué grande es la libertad!”.
Libertad. Es la palabra clave de este disco portentoso. El tema final enlaza con el primero en un bucle sin fin. Las letras son de Carmen Camacho, de la propia Rocío Márquez y de mucha gente más, de Antonio Mairena a Lorca, Unamuno o la rumba escrita por 41V1L, convertida en videoclip oficial. Lo pueden mirar, escuchar y sentir en YouTube.
Mención aparte para las tres seguiriyas cuyas letras son sendos haikus de Luis García Montero. La Piel ocupa los temas 5, 10 y 15 y son los más austeros y despojados del disco. “Qué solitaria vivo / en este corazón / donde hace frío”.
Los verdiales son más alegres, claro. ¡Cómo me gustan esos compases endiablados! Y el popular ‘Garrotín’ pasado por el tamiz electrónico, con aires orientales tan lejanos, igualmente perceptibles en ese ‘Exprimelimones’ por bulerías que invita al baile hipnótico de los derviches, poderosísimo ejercicio de percusiones de aquí y allá: “…Allá en la Siria hay / una mora, / en tierrecita / de morería…”.
Que ‘Tercer cielo’ es uno de los discos del año no admite discusión. Ya lo verán, allá por diciembre, cuando se publiquen las listas de lo mejor del 2022. Yo voy más allá: será uno de los discos de la década, una obra fundacional que abre caminos y de la que se hablará muchos años. Si lo tuviera que resumir en un claim, diría que ‘Tercer cielo’ es el ‘Omega’ del siglo XXI. Con permiso de.
Tuve la suerte —solo ahora soy consciente de cuánta— de asistir al estreno de este trabajo en vivo. Fue una de las entregas del Distrito Sonoro de Cervezas Alhambra en El Mirador de Aixa. Lo alabé en su momento. Mi temor era que el disco no estuviera a la altura del directo… y del marco incomparable. Temor absolutamente infundado. ‘Tercer cielo’ es una obra maestra inconmensurable, un muro de sonido con tantas capas y texturas al que solo le falta crecer y expandirse en el espacio-tiempo.
Jesús Lens