Cuando Carolina y Eli me lo dijeron, me quedé de una pieza. ¿Una bandera de Vegas, a mí? ¿Una distinción?
—Sí. Por lo bien que siempre tratas a Vegas, por lo que te preocupas y por las veces que vienes a nuestro pueblo a aportar un granito de arena desde el punto de vista cultural, con Granada Noir o con tus charlas y tus libros.
Algo así me dijeron. Y no me quedó más remedio que creérmelo, precisamente cuando estaba convencido de que era Vegas la que me aportaba a mí un montón de cosas: complicidad, calidez y facilidades siempre que he propuesto hacer alguna actividad en uno de los municipios -ahí sí les doy la razón- a los que más cariño le tengo de la provincia de Granada.
El pasado martes, durante el acto de entrega de distinciones de Vegas del Genil, me emocioné escuchando a Leandro, su combativo alcalde. Y me reí, con el tono cálido y a la vez desenfadado con que fue presentando a las personas e instituciones galardonadas este año, de la policía local al club de baloncesto local.
Me gustaron mucho las intervenciones de dos chicas jóvenes, las hijas de Ricardo Ávila, nombrado Hijo Predilecto del Municipio a título póstumo y gran defensor de las tierras de la vega como recurso económico de primera magnitud. Recordaron la bonhomía de su padre y su disposición para ayudar a las vecinas y vecinos que recorrían los senderos de la vega o que le pedían remedios naturales para diferentes dolencias. Al terminar, se dirigieron al conjunto de la corporación municipal para pedirle protección para esa tierra fértil que Vegas ha sabido cuidar, al contrario que otros pueblos del entorno.
Efectivamente, pasear por el entorno de Vegas es una auténtica gozada, uno de esos placeres sencillos de la vida que no se pagan con dinero. Recorrer los senderos de Vegas es hacer un viaje en el tiempo a una época más sensata en la que el hombre estaba en comunión con la naturaleza. AQUÍ, el recorrido que hicimos el pasado verano, muy recomendable o el reportaje sobre las Food Trucks que tomaron Vegas, hace unos meses.
No me extraña que Vegas del Genil se esté convirtiendo en imán para gente creativa, de cantantes de flamenco como Alfredo a periodistas como Rocío, dibujantes como Chema y Olga o científicos como Juanan. ¡Viva Vegas!
Jesús Lens