DE PERFILES, MUJERES Y GORILAS

Hace unos días les decía que había cambiado mi perfil del Facebook, con una variación de fotografía que causó estupor, críticas y comentarios jocosos. Además, hablábamos de los Hombres de (lo que va) del Año, y prometíamos hablar, también, de la Mujer del Año.

 

Algunos habéis adivinado por dónde iba lo del cambio de foto del perfil. Efectivamente, se trata de hablar, reivindicar, descubrir África. Pero no. Esta vez no soy yo el que se va. Es ella, África, la que viene. En concreto, al Centro Cultural CajaGRANADA de Puerta Real. A través de una exposición que, para mí, es muy especial, y sobre la que hablaremos mucho.

 

Una recomendación.

 

¡No se la pierdan!

 

Alicia Núñez retrata «El corazón de África» y mañana hablaremos de ello en IDEAL. Y volveremos más adelante sobre el tema.

 

Esa foto de mi perfil también «me» la hizo Alicia Núñez. No sin guasa, decía en el Facebook que se acordaba del momento, una mañana, al levantarme y sin afeitar. En fin. Eran tiempos en que, a la vista está, yo era muy mono.

 

Pero hay más razones para haber adoptado temporalmente ese perfil, que pronto volverá a la normalidad.

 

¿Han leído estos días que el Príncipe Felipe ha participado en las actividades del Año Internacional de la Astronomía, auspiciado por la ONU?

 

Pues 2009 es, también, el Año Internacional del Gorila. Declarado por la ONU. Y, de momento, ni pío. ¡El Gorila no tiene quién le escriba!

 

Gorila de montaña. Fotografía Alicia Núñez Castillo.

Hay que reparar ese desatino.

 

Más aún. Esa fotografía se hizo en un viaje del que nunca no he escrito. Un viaje que nunca llegué a hacer. Y, bueno, es una forma de imaginar cómo pudo ser. Sin melancolía. Sin pena. Sin acritud.

 

Jesús Lens.

El hombre que nunca susurró al oído de los gorilas,

pero le gustaría hacerlo 😉

¿Se apunta alguien?

LÍBANO, UN VIAJE EN EL TIEMPO

Hoy salió en IDEAL el reportaje del Líbano. Una doble página muy sugerente, con sus fotos y extraordinariamente maquetada.

 

Es un puro reportaje de viajes. Espero haber conseguido transmitir la esencia de un país tan pequeño como rico en historia y cultura. También lo pueden leer, todo ello, en la edición digital del periódico, viendo la galería de fotos. A golpe de click: «Líbano, un viaje en el tiempo».

 

Ojalá les guste.

 

Jesús Lens.

DUELO EN OK CORRAL

Me gusta esta foto. Pero no es del Líbano, que conste. Es de la Casa de Colón, en esas Canarias del alma que tanto nos gustan. No me acuerdo de qué hablábamos. Creo que era sobre series de televisión, un tema del que podéis opinar en la nueva miniencuesta, a la derecha de vuestra pantalla amiga.  El caso es que el animalico terminó convenciéndome, que no veáis el pico de oro que gastaba. Y eso que el de la camiseta le hizo una oferta que no podía rechazar… 😉 

Jesús Lens

LÍBANO

Ayer anticipábamos este fin de semana que vamos a dedicar al Líbano con una foto muy sencilla. Las de hoy, ilustrando la columna de IDEAL, no lo son tanto, por desgracia. Mañana sí tocamos una cara más amable del Líbano. Por cierto, ¿han comprado la edición impresa del periódico? ¿Han reparado en un importante detalle?

 

Lo escuché mientras me lavaba los dientes, en el boletín radiofónico de la mañana: «Líbano lanza tres misiles contra Israel». Y me dio un escalofrío. Porque sólo hacía tres días que había regresado de mi viaje por aquellas tierras mediterráneas. Después, a lo largo de la mañana, las webs de los periódicos abundaban en ello: «Israel responde al ataque con misiles lanzado desde Líbano.»

 

Cuando decidí pasar las Navidades en el Oriente Próximo, nada hacía pensar que se iba a producir una escalada bélica como ésta, aunque la verdad sea dicha, Oriente Próximo, violencia y odio cerval parecen ser sinónimos desde tiempos inmemoriales.

 

Las sensaciones vividas a lo largo de estas dos semanas han sido extremas. Por un lado, la magia de una ciudad milenaria como Damasco, cargada de historia y una belleza todavía suspendida en el tiempo. Después, la singular orografía libanesa, el súbito tránsito de los bosques de cedros cubiertos por la nieve a la paz de un Mediterráneo en calma. La quietud de las majestuosas ruinas romanas de Baalbek y los paseos por los zocos medievales de ciudades como Tiro y Sidón. Y la radical modernidad más chic y cool de una Beirut vibrante, divertida e hiperactiva.

 

Pero, por la noche, en la seguridad del hotel, poníamos la televisión y sus imágenes nos ponían los pelos de punta. Porque si, en general, los informativos occidentales suelen mostrar a los árabes furibundos, clamando venganza y poco menos que echando espumarajos por la boca, los noticieros del país mostraban los cadáveres de los niños palestinos, muertos por los misiles israelíes.

 

Y, por la mañana, te levantabas y salías de nuevo a hacer turismo por las tierras que vieron nacer la historia de la humanidad, tal y como la conocemos, de una belleza sin igual, pero tristemente situadas en un lugar muy próximo al centro del infierno.

 

Esquizofrenia viajera (así lo contamos en su día, desde Damasco), como la que nos asaltó cuando arribamos a la ciudad de Trípoli y subimos al famoso castillo de Saint Giles, construido durante las Cruzadas, y nos lo encontramos literalmente tomado por el ejército libanés. No es que hubiera unos cuantos militares por allá. Es que el ejército parecía haber instalado en el mismo su cuartel general. En la puerta, tres tanquetas perfectamente equipadas con sus ametralladoras y, circulando por el interior del castillo, decenas de soldados impecablemente pertrechados, con sus chalecos antibalas, sus cascos y, por supuesto, sus armas reglamentarias.

 

Aunque no decían nada, nos miraban extrañados, ataviados con nuestros vaqueros y forros polares, armados de nuestras diminutas cámaras digitales. Y, entonces, surgía la famosa pregunta que, en algún momento, se hace todo viajero y que fuera inmortalizada por Bruce Chatwin: «¿qué hago yo aquí?» Y, la verdad, de vuelta en casa, horrorizado antes las noticias que nos llegan de Oriente Próximo, todavía no he terminado de encontrar una respuesta.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

IMÁGENES DEL LÍBANO I

A modo de anticipo de la columna de mañana de IDEAL y de un reportaje que espero publique el periódico el sábado, en la sección Vivir, sobre el reciente viaje al Líbano, subo esta foto.

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Me gusta porque, sobre el sol del Mediterráneo, aparece una bandera que incorpora un cedro. Me gusta porque, en tiempos de oscuridad, es una foto luminosa. Me gusta porque la pesca está en el origen del hombre, porque me gusta el mar, adoro los puertos y, bueno, porque es una imagen muy sencilla.

Jesús Lens.