Accelerando

Escribo esta columna mientras escucho, por enésima vez, el disco “Accelerando”, del pianista norteamericano de ascendencia hindú-tamil Vijay Iyer, al que tuvimos ocasión de disfrutar en el Festival de Jazz de Granada de hace unos años y con el que pude charlar, brevemente, tras otro de sus conciertos, en la sala Clamores de Madrid.

Me fascina su música, sobre todo, por la intensidad que imprime a la vertiginosa repetición de notas y escalas que presiden sus composiciones más famosas. Y premiadas. Un minimalismo conceptual que ha abierto nuevos y sorprendentes caminos en el jazz contemporáneo.

Me fascina, además, el hecho de que Iyer sea un científico que, graduado en Matemáticas y Física por la Universidad de Yale, aplique el método científico a su manera de abordar la música. No. Nada que ver con la fría y desapasionada realidad artificial, por mucho que proteste SOY, mi robot.

“Soy músico, pero también he pasado un montón de años estudiando matemáticas y física… y tocar música desde que era niño me ha hecho ser, probablemente, mucho mejor en matemáticas. Hoy, me gusta dejar que ambas disciplinas se hablen la una a la otra y uso ideas matemáticas en mi forma de componer”.

En octubre de 2009, Iyer escribía un artículo en The Guardian que titulaba “Strengh in numbers. How Fibonacci taught us to swing”, en el que hacía un completo repaso acerca de la influencia de la célebre secuencia matemática en el Partenón, en la Mona Lisa o en el Billie Jean de Michael Jackson. ¡Apasionante, la influencia y la interrelación entre las ciencias y las letras, tal y como las plantea el músico! Aquí lo puedes leer.

Y no puede ser casualidad, por terminar de redondear el círculo que relaciona diferentes materias y disciplinas, que el lema de los Golden State Warriors, el mágico equipo de baloncesto de Curry, Durant, Green y Thompson, dirigido por Steve Kerr, haya acuñado como lema, precisamente, “Strengh in numbers”. La fortaleza de los números…

Estos días visita Granada el comité técnico de Fusion for Energy encargado de decidir dónde se ubicará el acelerador de partículas Ifmif-Dones del que tantas veces les he hablado en esta columna. Por ejemplo aquí, aquí. O aquí. Quedan dos candidaturas en liza: la croata y la nuestra.

¿No creen que a Granada, tierra de letras por excelencia, le ha llegado ya la hora de encarar su futuro, también, en clave científica?

Jesús Lens

El mito del eterno retorno retorno del jazz a Granada

El sábado publiqué este artículo, en IDEAL, sobre el recién terminado Festival de Jazz de Granada. Aquí viene felizmente ilustrado con las iPhotografías de mi Cuate Pepe, discretamente tomadas en diversos conciertos. A ver qué os parece: 

¿Cómo? ¿Qué ya se ha terminado? ¿Es posible? ¡Si apenas había comenzado! Y, sin embargo, Paquito D’Rivera y el quinteto Cimarrón echaron el pasado domingo el cierre a la edición del 2012 del Festival de Jazz de Granada, con un concierto de música clásica cubana que entusiasmó a un público entregado de antemano.

 

Menos mal que nos quedan los trasnoches. Y los clubes. Y las asociaciones. Y las bandas y orquestas. Pero esa es, felizmente, otra historia sobre la que volveremos pronto. Muy pronto.

Si por algo se ha caracterizado el Festival de Jazz de Granada, a lo largo de su ya larguísima trayectoria, es por haber permitido que los mejores músicos del mundo tocaran en la ciudad nazarí. La nómina de artistas que han pasado por los distintos escenarios de nuestra ciudad daría para escribir la más completa antología del mejor jazz de final del siglo XX y principios del XXI.

 

Y la edición de este año, a pesar de todos los pesares y de los brutales recortes realizados en Cultura, no ha sido una excepción. Menos conciertos, menos detalles para los abonados, más concentración. Pero la misma calidad. O mejor. Porque ha sido un privilegio, además de escuchar al saxofonista cubano, haber tenido la ocasión de rememorar el legado de Miles Davis gracias a esa banda que fue “Miles Smiles”, de seguir las huellas mestizas de Jorge Pardo o de extasiarnos con el potencial de la trompeta de Roy Hargrove y sus imposibles Adidas trajeadas pateando el patio de butacas de un Isabel la Católica abarrotado en cada concierto.

 

Pero si hubo dos joyas, dos diamantes, dos conciertos para el recuerdo en esta 33 edición del Festival de Jazz, fueron los protagonizados por el trío de Vijay Iyer y el dúo conformado por Omar Sosa y Paolo Fresu.

No fue fácil el concierto del pianista norteamericano de ascendencia tamil. Aunque comenzó de forma abrasadora con uno de los temas de su último trabajo, “Accelerando”, pronto se deslizó por paisajes sonoros más sosegados, técnicamente complejísimos y sin una concesión o alarde que enardeciera al público. ¡Y mira que podía, como demostró en la arrolladora segunda parte de un concierto impecablemente engarzado, con versión del “Human nature” de Michael Jackson incluida!

 

Y nos quedan Sosa y Fresu. O Fresu y Sosa. Lo suyo sí fue un alarde y un prodigio, de principio a fin. Una actuación musical que también fue una interpretación teatral, casi una ceremonia en la que desnudaron esa “Alma” que da nombre al disco que presentaron en directo. Ética y estética musical en las que el minimalismo más despojado convive, a la perfección, con la exuberancia gestual de dos auténticos monstruos cuyos escorzos y paseos por el escenario desembocaron en una aclamada comunión con el público cuando bajaron a la platea y saludaron al respetable que, entregado, les regaló una de esas ovaciones que conmueven al Teatro Isabel la Católica.

Gracias a la Oficina Técnica del Festival de Jazz, a las instituciones y empresas y a los técnicos de luces y sonido y personal de sala que han hecho posible, un año más, que el milagro se haya producido.

 

Jesús Lens

Ahora, veamos los 25 de noviembre de 2008, 2009, 2010 y 2011

Cervezas Alhambra. Apoyo de la cultura

El tipo del fondo de la imagen es Vijay Iyer, uno de los mejores pianistas del mundo. Y hoy toca en el Festival de Jazz de Granada.

Cervezas Alhambra. Apoyo a la cultura

Un Festival que depende del ímprobo trabajo de la Oficina Técnica del Jazz en Granada, con Jesús Villalba y Mariche Huertas a la cabeza; del decidido apoyo de las instituciones, de la entusiasta respuesta y entrega del público y de la complicidad de instituciones que, como CajaGRANADA o Cervezas Alhambra, están ahí.

¡Gracias, por ser el apoyo de la cultura en Granada!

Jesús Lens

¿Qué blogueamos los 17 de noviembre de 2008, 2009, 2010 y 2011?