Esta mañana culmina la semana de reivindicación y defensa de la Vega de Granada, con la lectura de un manifiesto y la entrega de premios Amigos de la Vega.
Son ya nueve años de festiva reivindicación, alegre y colorista, con cientos de estudiantes que recorren los pueblos de nuestro entorno para desembocar en el Parque Tico Medina, frente a la Puerta de las Culturas del Centro Memoria de Andalucía.
Este año, la Comunidad Educativa-AMPA del colegio Gómez Moreno va a tener un especial protagonismo, en reconocimiento a su trabajo diario en pos de una alimentación sana, ecológica y equilibrada entre su alumnado, en el que solo hay un 8,8% de niñas y niños con sobrepeso, por un 30% de media en el resto de España.
No es solo que la Asociación de Madres y Padres del Gómez Moreno ponga en la mesa productos ecológicos sanos y diseñe menús ricos, nutritivos y equilibrados; es que fomenta hábitos alimenticios saludables y enseña a los 192 alumnos las bondades de la dieta andaluza y mediterránea.
Sin embargo, por diferentes problemas burocráticos, plazos, normativas; es muy posible que el comedor del Gómez Moreno termine siendo gestionado por un catering, como ocurre en la mayoría de centros educativos de Andalucía.
Y da pena, la verdad. Da pena que el esfuerzo colectivo y el compromiso de una comunidad educativa muy concienciada y activa, termine chocando con el muro de realidad impuesto por una maraña legislativa que termina desembocando en la solución más fácil… y menos beneficiosa para esos dos centenares de jóvenes.
Insisto en la complejidad de la situación y en lo problemático de la anulación de una licitación ganada en tiempo y forma por una empresa que ha concurrido a un concurso cumpliendo con todos los requisitos. Pero me gustaría pensar que existen posibilidades de, en situaciones concretas y puntuales, salirse del camino trazado.
Porque el trabajo de la comunidad educativa del Gómez Moreno es excepcional. Y se merece seguir teniendo la oportunidad de educar a sus estudiantes de acuerdo con un credo que apuesta por la formación integral de los alumnos, combinando la conciencia ecológica y la nutrición con la práctica de deporte al aire libre, la convivencia y la vida sana, en todos los órdenes de la vida. Ojalá que la Consejería de Educación encuentre la fórmula y de con la tecla.
Jesús Lens