Si eso de la WTA les suena a ranking internacional de tenis femenino, razón no les falta. Pero la WTA también es la Asociación Mundial de Tecnópolis, de acuerdo a sus siglas en inglés. Y Granada ya forma parte de dicha asociación desde el pasado 23 de octubre.
Una noticia importante que, sin embargo, se nos ha colado casi de rondón, como el que no quiere la cosa. Una noticia de la que no se habla lo suficiente, me temo.
Hace unos días coincidí con nuestro alcalde, Luis Salvador, al que le tengo más aprecio del que se piensa… lo que no obsta para que deba ser crítico con su gestión en esta columna. Es lo que tiene pasar de la oposición al gobierno, lo que va del deber ser al ser, de acuerdo a la guillotina filosófica de Hume libremente aplicada a la política municipal.
Lo de la WTA es importante, les decía, porque supone un aldabonazo a la posibilidad de que el acelerador de partículas venga a Granada, tema que preocupa, y mucho, a Salvador. Como debe ser. Nos lo contaba Javier Morales hace unos días: integrar a la provincia en los ‘lobbies’ científicos y tecnológicos mundiales es un requisito para que la comunidad científica internacional y sus impulsores políticos avalen la construcción del acelerador de partículas.
En aquella conversación, Luis Salvador se mostró confiado en las posibilidades de Granada como receptora del acelerador, considerando que Japón es más un aliado que un competidor. Y así es, según me consta por otras fuentes acreditadas. Pero no nos podemos dormir en los laureles. Sin una financiación adecuada, creíble y en plazos lógicos y asumibles, corremos el riesgo de quedar rezagados en una competición que no admite demoras.
A la comunidad científica internacional no le interesan las exigencias de ERC para desbloquear el gobierno de España y, en consecuencia, para consensuar los Presupuestos Generales del Estado, instrumento básico para dotar de fondos y medios a la candidatura granadina al acelerador de partículas, que también es la española y la europea. La rectora de la UGR, Pilar Aranda, ya lo advertía en septiembre: hay un “parón importante” en la creación del consorcio del acelerador de partículas Ifmif-Dones. Y eso es preocupante.
Jesús Lens