Contrasta el clamor que inundó las redes sociales tras el anuncio del cierre de Ruido Rosa con el sepulcral silencio que acompaña la posibilidad de que las dos nuevas secciones penales del TSJA se instalen en Málaga y/o Sevilla.
Es mucho más fácil tocar la fibra sensible a través de una partitura que de un legajo y un cubata puede convertirse en una versión nocturna y canalla de la magdalena de Proust, mientras que una toga invita al bostezo y al aburrimiento.
Pero la mera posibilidad de que Málaga y/o Sevilla acojan siquiera una de esas dos nuevas secciones del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, debería haber hecho saltar todas las alarmas. Y, de momento, por aquí, todo tranquilo. ¿Hasta que sea demasiado tarde? Entonces empezaremos a llorar y a gritar, a tuitear como locos y a tirarnos de los pelos, virtualmente hablando.
¿Leyeron ustedes la información de Yenalia Huertas de ayer? Si no lo hicieron, recuperen el IDEAL y pónganse al día. O léanlo AQUÍ. Porque es esencial que estemos informados sobre un tema poco lucido, carente de música y poesía y falto de color. Un tema, sin embargo, de capital importancia.
Como bien señala Eduardo Torres, decano del Colegio de Abogados, Granada es sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla y de la Fiscalía Superior de Andalucía. Y punto. Por tanto, las dos nuevas secciones penales han de radicarse en nuestra ciudad, sin que quepa discusión, argumentación o chalaneo alguno.
En Málaga y en Sevilla se han alzado voces reivindicando la “dispersión” de las distintas secciones del TSJA y la propia consejería de Justicia e Interior de la Junta se muestra prudente, por decirlo suavemente, ante la próxima localización de estas nuevas instancias judiciales.
Sandra García, delegada del gobierno de la Junta, y Ana Tárrago, nueva fiscal superior de Andalucía, también abogan por que se queden en Granada, la primera de ellas con mayor firmeza que la segunda. Sorpresa provoca, sin embargo, la tibieza del decano del Colegio de Procuradores de Granada, que parece conformarse con solo una.
Lean a Yenalia para entender lo que supondría la dispersión, desde el punto de vista técnico-jurídico y de consolidación jurisprudencial, pero, sobre todo, piensen en el peligroso camino que se abriría si la Consejería de la Junta se pone a repartir secciones del TSJA por toda Andalucía.
Jesús Lens