Ha querido el azar que este año inauguremos la séptima edición de Granada Noir en la Biblioteca Francisco Ayala del Zaidín. Será esta tarde a las seis, con la presencia de Fernando Marías, Clara Peñalver y Rosa Masip. Y ya es casualidad que precisamente ayer se celebrara el Día de las Bibliotecas, muy celebrado en Twitter, con decenas de mensajes de apoyo a uno de los espacios culturales más importantes de nuestras ciudades y pueblos. (AQUÍ el programa completo de Granada Noir).
Le pregunto a Fernando Marías por lo que han supuesto las bibliotecas en su vida y me da una de esas respuestas para enmarcar: “Para mí las bibliotecas son, junto a los cines, el primer lugar mágico de mi infancia. Solo que el cine ofrecía una película y la biblioteca tantos libros que no sabías cuál elegir. La excitación por tanta lectura a la vista y al alcance de la mano. Solo hay que ir, dejarse fluir, leer. El lugar sagrado del lector, su paraíso”.
Y lo dice un escritor consagrado con, entre otros, el Premio Nadal, el Primavera, el Biblioteca Breve y el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. ¡Casi nada al aparato!
Las bibliotecas, como casi todo en este siglo XXI, están en pleno proceso de transformación. Además de ser ese templo para los lectores, son centros de dinamización que acogen todo tipo de actividades para atraer y fidelizar a un público con mil y una ofertas de ocio y cultura al alcance de su mano, literalmente hablando, que el móvil es uno de los objetos más poderosos y adictivos jamás inventados.
Las bibliotecas han dado respuesta a los desafíos tecnológicos de estos tiempos vertiginosos. Permiten ‘sacar’ libros electrónicos desde hace tiempo y ahora les toca adaptarse a ese nuevo y pujante formato: el audiolibro. Es la nueva revolución en marcha. Y ya ha llegado. Precisamente de ello hablaremos en Granada Noir, con el ejemplo de Storytel y el maridaje entre ilustraciones, relatos y narración oral.
Las bibliotecas son un imprescindible factor de democratización cultural. Eso sí, para que sigan cumpliendo ese papel es necesario dotarlas de fondos para comprar nuevos libros y organizar esas actividades culturales en torno a los libros que tan importantes son. Conferencias, presentaciones, clubes de lecturas, talleres…
La biblioteca es un espacio de convivencia, integración y desarrollo cultural e intelectual imprescindible en una sociedad democrática, moderna y desarrollada. No lo olviden las autoridades encargadas de cuadrar los presupuestos, que no solo de autovías vive el hombre.
Jesús Lens