Este viernes presentamos, a las 19 horas, el libro «Todos los segundos», de Pedro Gollonet, publicado por la editorial ALMED, en su activa e inquieta colección Ultramarina.
Será en la Mediateca del Centro Cultural CajaGRANADA, en el interior del Edificio Pantalla. Planta 2.
Hoy, día de Cuaversos, dejamos un botón de muestra de la poesía de un Gollonet que, como podréis apreciar, no deja indiferente.
EL SILENCIO DE LOS BUENOS QUE CALLAN
Cómplices del mal, garantes de actores principales.
Media sonrisa, mirada esquiva,
ni sí ni no; sólo eso.
Tibieza, cobardía, confusión de la prudencia.
Sin vosotros la calumnia ni daño haría,
se desvanecería como espuma pestilente
en vuestras sucias manos,
si tuvierais los cojones que los buenos tienen.
Porque sois más tóxicos que ellos,
torpes y arrebatados autores,
y os revestís de amistad y hasta de nobles valores,
pero vuestro silencio es el descabello final, la sentencia.
Sois el cauce por el que corre la mierda de la mentira,
de la verdad disfrazada,
la que interesa, la que abre heridas.
sin compromiso, responsables de silencios que gritan.
Tampoco os comprendí, pero, al fin,
me fue más fácil entenderos, también despreciaros.
Sólo buscáis el aplauso de los débiles,
de la inmundicia que actúa.
Más agudos, ladinos, próximos y cobardes;
laváis vuestra conciencia con sociables abrazos de traición,
pero ¡sois tan miserables!,
lastre social siempre presto. Ni sí ni no.
Comentarios
7 respuestas a «TODOS LOS SEGUNDOS»
Gollonet… que en mis tiempos laborales en la Biblioteca de Andalucia recuerdo haber microfilmado alguna novela, de cuando la guerra… obviamente no debe ser el mismo Gollonet.
Alter, ¿Este Gollonet fue Delegado de Cultura hace años?
Muy bueno, no he dejado de acordarme de los silencios que hay sobre el trasvase del río Castril.
http://www.riocastril.com
Es más persona de Hacienda, vinculado al mundo del Derecho antes de escribir como un poseso. y de hacerlo muy bien.
Hay que volver a Castril.
If you can keep your head when all about you
Are losing theirs and blaming it on you;
If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too:
If you can wait and not be tired by waiting,
Or, being lied about, don’t deal in lies,
Or being hated don’t give way to hating,
And yet don’t look too good, nor talk too wise;
If you can dream—and not make dreams your master;
If you can think—and not make thoughts your aim,
If you can meet with Triumph and Disaster
And treat those two impostors just the same:.
If you can bear to hear the truth you’ve spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to, broken,
And stoop and build’em up with worn-out tools;
If you can make one heap of all your winnings
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings,
And never breathe a word about your loss:
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: «Hold on!»
If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with Kings—nor lose the common touch,
If neither foes nor loving friends can hurt you,
If all men count with you, but none too much:
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds’ worth of distance run,
Yours is the Earth and everything that’s in it,
And—which is more—you’ll be a Man, my son!
Las palabras son de agua, son de piedra,
las palabras son de oro,
son de luz,
y suenan, de una en una,
a moneda, a llamada, a aldabonazo.
No son , las palabras,
de la gramática ni de los gramáticos,
no están llenas de aire ni mentira,
las palabras no son del mercader,
no son del que las vende ni las compra,
las palabras son piedras de los ríos,
pequeñas almas duras y purísimas,
conchas del gran galápago del tiempo,
las palabras son cuanto tenemos.
Por eso, no tiremos las palabras,
no las hagamos barro, flecha torpe,
y que no suenen a tonada falsa,
como suenan a veces,
hasta que un hombre bravo,
una mujer intacta,
dicen pálidamente su palabra.
Muchas gracias, Jesús, por tu comentario. Sobre las dudas acerca de mi identidad, aclaradas en parte por Jesús, ni soy mi hermano Carlos (que sí fue Delegado de Cultura)ni un tío de mi padre -que tendría 120 años ahora- y que escribió un lamentable libro sobre la guerrra civil. Sencillamente un atrevido novel que se acerca a la poesía, en su lucha con la palabra, para expresar sus emociones y experiencias, para continuar su lucha con la vida y el tiempo. Un abrazo.