Volver al siglo XX. Recorrerlo de principio a fin. De cabo a rabo. Revivir algunos de sus momentos más definitorios a través de la literatura. No utilizar para ello a ninguna de las (supuestas) figuras relevantes del momento. No referirse a reyes, presidentes ni ministros. No hablar de discursos, tratados o convenios. Escribir la vida nada más. Y nada menos.
En esas está Pierre Lemaitre desde que, en 2013, publicó ‘Nos vemos allá arriba’, la primera entrega de su trilogía ‘Los hijos del desastre’. Arranca al final de la I Guerra Mundial y con ella ganó el Goncourt. A partir de ahí, el escritor francés ha seguido adelante en un reto titánico: novelar el siglo XX, como les decía.
La editorial Salamandra acaba de publicar en España, nuevamente con traducción de José Antonio Soriano Marco, ‘Un futuro prometedor’. Es una nueva entrega de la serie dedicada a la familia Pelletier y, ni que decir tiene, es una gozada absoluta.
“Todo espía veterano tiene miedo a que llegue un día en el que el pasado lo alcance, a que de pronto reaparezca una silueta familiar cargada de rencor que viene a saldar cuentas que sólo ella recuerda”. Les dejo este párrafo del comienzo de la nueva novela de Lemaitre porque nos introduce en uno de sus temas esenciales: el siempre apasionante mundo del espionaje, que uno de los protagonistas viajará a la Praga del otro lado del Telón de Acero en una misión muy especial.
En cada una de las novelas de la saga de los Pelletier, el escritor galo hace un homenaje a algunos de sus escritores de referencia, de Graham Greene y Zola a, como en este caso, John le Carré y su mítico George Smiley. Y ojo que, para el desenlace de su tetralogía, el guiño literario mirará al mismísimo Raymond Chandler. Lo que me lleva a hacer un inciso: en conversación mantenida con él la semana pasada, Lemaitre anunció que volverá a la novela negra pura y dura. Aunque en este fresco histórico que está dedicando al siglo XX también hay un hilo narrativo bien negro y criminal, con psicópata incluido. O incluida.
Como les digo otras veces, no les cuento nada del argumento, algo que sería muy complicado, por otra parte. Aunque ‘El ancho mundo’ se puede leer de forma independiente, mi consejo es que, si aún no lo han hecho, comiencen por el principio de la tetralogía, ‘El ancho mundo’, y que sigan por ‘El silencio y la cólera’. Pocas veces, 1000 páginas se devoran con tanto placer y delectación.
Conocer a los Pelletier es amarlos. O no. Que a veces… ¡Ay, estos Pelletier! ¡Cómo son y qué disgustos pueden llegar a darnos! Les queremos, sí, pero a veces también les odiamos. O les detestamos. Nos hacen sufrir y padecer. Nos intrigan, nos apasionan, nos matan. Lo que no hacen, jamás, es dejarnos indiferentes. Eso sí se lo aseguro.
A lo largo de esta serie de novelas, Lemaitre habla de temas como el cambio climático o el terror nuclear, haciendo guiños al presente. De la destrucción de las pequeñas comunidades en aras del progreso o de los cambios vividos en los medios de comunicación y en el comercio.
Las mujeres, sus luchas y padecimientos, tienen igualmente un papel protagonista, con personajes como Nine, Heléne, Colette, Angèle y, por supuesto, nuestra admirada y reverenciada Geneviève; uno de los personajes icónicos de la literatura contemporánea.
Leer a Pierre Lemaitre es felicidad. Según los pronósticos del tiempo, esta semana seguirá lloviendo y haciendo frío. Sumérjanse en el Universo Pelletier y olvídense de lo que pase ahí fuera. Consejo de amigo.
Jesús Lens
Deja una respuesta