Este fin de semana estaré en Sevilla. Y como el Betis juega fuera de casa no tengo mejor cosa que hacer que meterme en el congreso del PSOE. Peor sería tener que trabajar.
Así que contaré lo que suceda y -si se diera el caso (ojalá)- me callaré las cosas que no se puedan contar.
La expedicción granadina se ha declarado chaconisa, aunque algunos todavía tienen dudas.
Normal. Si estuviera claro cuál de los dos candidatos saldrá victorioso nadie tendría dudas.
Solo se lo piensan más de la cuenta los que suelen apostar a caballos ganadores. Aunque en este congreso, jugar a no perder no es lo mismo que ganar. Algunos saben por qué lo digo.
Está circulando entre los socialistas y el público influyente (me refiero a mí) una encuesta de móvil sobre Rubalcaba o Chacón. Iba ganando Rubalcaba, aunque mi voto no ha sido determinante, ya que he apoyado al alcalde de Jun, que nos da más titulares. Y para que quede prueba de mi posicionamiento me gasté hasta los 15 céntimos en el ‘esemese’ en lugar de enviar un whatsapp.
Hoy se han reunido los delegados granadinos en Torre de la Pólvora y la secretaria provincial, Teresa Jiménez, ha propiciado un pronunciamiento.
Granada es de Chacón, aunque el voto es secreto y en la soledad de la cabina cada uno decidirá por sí mismo.
Y nada más pasar el congreso empezará la campaña, si es que acaso no estamos ya metidos en el fango.
El lunes, el mismo día que se convocaron las elecciones, el consejero de Turismo, Luciano Alonso, colocó la primera piedra del Estadio de la Juventud.
Recupero la información que yo mismo publiqué el 18 de enero de 2008, en un escenario calcado al de ahora pero en la antesala de la anterior campaña. “El Estadio de la Juventud se convertirá en el gran complejo deportivo de Granada”. “La Junta saca a concurso las obras con un presupuesto de 35 millones. Las instalaciones reabrirán dentro de tres años…”.
Nos pasamos la vida haciéndonos trampas entre los mismos.
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