Uno se percata de que se hace mayor cuando deja de usar gomina en un intento a destiempo por frenar la calvicie y cuando a las doce de la noche se encuentra en el sofá viendo la redifusión del programa del Corpus. Hay un momento en la vida en el que uno tiene que asumir que es muy difícil que ligue en una feria e imposible que suceda en una playa.
Así que mis incursiones festivo feriales son cada vez más escasas y más que a desafiar a la noche con un cubata en un vaso de plástico me dedico a buscar noticias, que suelen ser instrascendentes y probablemente falsas. Vamos, las que más me gustan.
En esta feria me han contado que a la quiniela de futuribles delegados del Gobierno (Gerardo Sánchez, Ángel Gallego y José Antonio Aparicio) hay que sumar a un socialista actualmente en la cúpula provincial del partido. Un movimiento que propiciaría una jugada parecida a la de Susana Díaz, cambiar de aires para dejar paso. Pero a todo esto hay que añadir la continuidad de María José Sánchez, que ha descartado un posible traslado a Sevilla.
El que si se conocerá pronto será el delegado de IU, que llevará las parcelas de Fomento y Turismo. Me dan por seguro que será el coordinador provincial, Manuel Morales.
Probablemente no se confirme todavía la próxima semana, que empezará el lunes -así me lo cuentan- con la renuncia de Carlos Rojas en Motril. Pero como al todavía alcalde no le gusta que se filtren este tipo de informaciones, tendrá que aplazar otra vez su decisión.
Me encuentro con noticias imposibles, aunque serían (periodísticamente hablando) maravillosas. Como que Pedro Benzal protegiera el cortijo del alcalde para impedirle hacer obras.
El encontronazo del delegado de Cultura con Torres Hurtado no ha sido el único de estos días. Un concejal del Ayuntamiento ha enviado un requerimiento notarial a la edil de UpyD, Mayte Olalla, para que rectifique sus acusaciones en una rueda de prensa. El lunes en el encendido del Corpus saltaban chispas, y no eran precisamente las del alumbrado.
Y ahora me voy a la feria, que me estoy haciendo mayor pero tengo que mantener mi mal nombre.
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