El PSOE de la capital elige a final de semana su secretario local aunque, en realidad, por lo que pelean es por controlar la designación del que será el candidato a la alcaldía en 2015. El sábado no se vota a Paco Cuenca, aunque es el único que puede salir derrotado y que ni ganando se garantiza nada.
Así son las voces críticas del PSOE. Llevan una década echando en cara a su grupo municipal que se dé el piro a las primeras de cambio y ahora que hay un equipo dispuesto a quedarse hacen todo lo posible por quitarlo.
El lunes por la tarde se han presentado otros dos aspirantes, Paco Ruiz Dávila y María del Mar Sánchez. Lo normal en una agrupación donde el sector mayoritario no alcanza a la mitad de los afiliados que acuden a las reuniones y donde hay mucho 20% con vocación de convertirse en capitán de los descontentos -entiéndase cabreados-.
María del Mar viene del sector del exsenador Luis Salvador, que quiere hacer valer su bolsa de votos en el pasado congreso provincial. Un respaldo que no basta -por ahora- para ir por libre pero que, de mantenerse vivo a estas alturas, podría ser determinante.
Quienes me conocen saben mi opinión sobre Paco Ruiz Dávila. Y a los que no me conozcan -ni tengan el más mínimo interés- les diré que lo tengo por un tipo sensato y con un discurso sólido. Alguien al que el partido podría haber aprovechado mejor tras la derrota de José Moratalla y la marcha de Juan Montabes.
No voy a valorar si Chema Rueda es la persona que conviene al PSOE de la capital, si Paco Cuenca tiene caché como cabeza de cartel o si cualquier otro, por muy mal que lo hiciera, tendría mejor resultado. Simplemente voy a contar una teoría de la conspiración que todos los aludidos negarán.
Quienes apoyan públicamente a Ruiz Dávila dicen que va por libre. Y me creo que él lo piense y hasta me creo que, si gana, no se pliegue a las instrucciones de la mesa camilla.
Pero hay otros que nunca se exponen públicamente y que han alimentado todos los movimientos alternativos de los últimos años. También éste. No más de cuatro personas del entorno próximo de Teresa Jiménez.
Los mismos que quieren quitar a Chema Rueda para intervenir en el Ayuntamiento y amortizar a Paco Cuenca a tres años de las elecciones.
Que no digo que sea mal plan -ni bueno-.
Pero quizás sería más honesto, en lugar de dedicarse a dar guantadas, jugarse alguna vez la cara aunque te la partan.
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