(Parte de mi crónica política que se publica el domingo 14 de octubre)
Los estatutos del PSOE limitan a tres el número de mandatos consecutivos en los que un dirigente puede continuar en la secretaría general de una agrupación.
Seguramente sea uno de esos artículos que cuando interesa se aplican a rajatabla y cuando no se hace la vista gorda.
El PSOE granadino lo ha rescatado en los recientes congresos locales para evitar que el exalcalde de Atarfe, Víctor Sánchez, siguiera controlando el partido en su pueblo. Pero de paso ha habido otro damnificado, Miguel Castellano, que pretendía optar a la secretaría de Loja. Ignoro si algo más.
Sin embargo, los estatutos no dicen qué pasaría si el líder recién elegido dimite y a las pocas semanas vuelve el que estaba antes.
Los implicados no reconocen que haya ningún contrato firmado, aunque se habla de un pacto a corto plazo.
Lo que sí es cierto es que en la dirección socialista dan por hecho que uno de los secretarios locales será visto y no victor.
Al tiempo.
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