Artículo publicado en la crónica política del domingo 16 de febrero
Cuando Juan Manuel Moreno telefoneó el martes a los presidentes provinciales en torno a las diez de la mañana, miente el que diga –el de Granada al menos– que ya se olía que el malagueño sería el señalado por Génova. Ese mismo martes, un grupo de diputados y senadores –entre ellos algún granadino– habían quedado en Madrid para recoger los avales del todavía número dos del PP andaluz.
La noche antes había surgido en las redes sociales un movimiento de apoyo a José Luis Sanz para contrarrestar las campañas ‘espontáneas’ a favor de la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, y de la delegada del Gobierno, Carmen Crespo. Desde que asistieron el día 5 a la junta directiva en Sevilla, todos estaban en la convicción de que solo habría un candidato y sería el alcalde de Tomares; el favorito de Juan Ignacio Zoido y María Dolores de Cospedal. Por eso, el vicesecretario del PP andaluz Mario Bilbao escribió el lunes por la noche:«El 14 Congreso elegirá al mejor presidente para enviar al ‘bipartitorruina’ a la oposición: para lograrlo he avalado a José Luis Sanz». Ymuchos se hicieron eco. Entre ellos, el presidente granadino, Sebastián Pérez; y dos de sus más estrechos colaboradores, José Antonio Robles y Luisa García Chamorro.
«No es que fuésemos de José Luis Sanz es que no podíamos ser de otro, solo se hablaba de él», cuenta uno que no está entre los aludidos pero que actuó igual. «Ha sido una sorpresa generalizada. Yo hablé con Juanma en la convención de Valladolid –hace dos semanas– y me dijo que nadie le había dicho nada», recuerda un dirigente granadino.
Así que, en cuestión de horas, los que fueron de José Luis Sanz tuvieron que convertirse en seguidores de Juan Manuel Moreno. Aunque a algunos les llevó más tiempo que a otros; quizás por la posibilidad de que surgiera un segundo aspirante.
El primer granadino que exhibió su apoyo fue el portavoz popular en el Parlamento, Carlos Rojas, minutos después de la una del mediodía. Casi a la par que el presidente malagueño, Elías Bendodo, que por motivos obvios no escondía su satisfacción. El exalcalde motrileño es de la misma generación vital y política que Juan Manuel Moreno y si damos por buena la tesis de que la sucesión de Zoido ha sido una victoria de Javier Arenas y del que fuera su lugarteniente, Antonio Sanz, Carlos Rojas está más cerca del bando de los ganadores que del de los derrotados. Rojas no habla sobre su futuro pero a sus compañeros no le ha pasado desapercibido que el jueves hizo de anfitrión en la visita de Moreno Bonilla al grupo parlamentario y que fue el encargado de medirse a Susana Díaz en la sección de control. «Lo hizo bien y está bien situado. A pesar de llevar tanto tiempo, a Carlos se le conocen pocos enemigos dentro del partido», resume un parlamentario.
Tras Elías Bendodo y Carlos Rojas mostró su apoyo a Juan Manuel Moreno el presidente del PP de Córdoba, José Antonio Nieto. Y antes de las tres de la tarde lo hicieron el de Cádiz, Antonio Sanz; el onubense Manuel Andrés González; el presidente de Almería, Gabriel Amat, y la delegada del Gobierno, Carmen Crespo. También habló, aunque en otros términos, Juan Ignacio Zoido. Solo quedaban por hacerlo el presidente de Jaén, José Enrique Fernández de Moya –que había sonado como número dos de José Luis Sanz– y el de Granada, Sebastián Pérez. Ambos difundieron un comunicado minutos después de la seis de la tarde, puntualizando –por si sirviera de excusa– que se encontraban en el Senado.
Para esa hora ya estaba claro que José Luis Sanz no presentaría su candidatura pese a tener los avales.
UN CAMBIO TRANQUILO
Sobre el equipo del que se rodeará Juan Manuel Moreno todo son conjeturas. Entre las teorías que circulan está la posibilidad de que tire de Carmen Crespo como secretaria general para nombrar a Antonio Sanz delegado del Gobierno y que éste deje su puesto en el Senado al futuro presidente. También que compense a Sevilla con el número dos de la organización. «Cambiará el partido pero no será nada traumático, más bien un cambio tranquilo. No va mantener lo que hay pero lo hará con buenas maneras», aventura un compañero que lo conoce.
Dicen de Juan Manuel Moreno que –salvando Málaga– cuenta con amigos dentro del partido pero que no tiene a «su propia gente» en Andalucía porque lleva una década en Madrid. Con Granada mantiene una relación especial porque de aquí es su mujer, que estuvo afiliada a Nuevas Generaciones cuando el concejal de la capital Juan Antonio Fuentes era presidente y la parlamentaria Marifrán Carazo secretaria provincial. También tiene amistad con la edil María Francés, con quien compartió clases, aunque después su carrera profesional –tuvo un expediente brillante– la ha hecho en Madrid.
Por su parte, Juan Manuel Moreno coincidió en las Nuevas Generaciones –en este caso a nivel regional– con el actual concejal de Deportes de la capital, Antonio Granados. Ambos eran vicesecretarios –casualmente– con José Luis Sanz de presidente. Rememoran los que estaban en aquella etapa que entonces ya sonaron ambos para liderar a nivel nacional la cantera del PP y también en aquella ocasión se impuso el malagueño.
Otro de los conocidos de Juan Manuel Moreno es el diputado nacional y alcalde de Albolote, Pablo García. La primera vez que se presentó a las municipales, en el año 99, el entonces líder nacional de NNGG acudió a su presentación.
Ha pasado muchos tiempo pero ahora se vuelven a recuperar aquellas viejas conexiones. Cuando todos se han tenido que hacer de Juanma –literalmente– de la noche a la mañana.
Del anochecer del lunes al amanecer del martes, para ser precisos.
Otros rumores en twiter @quicochirino
Deja una respuesta