Hace tiempo que no empleo las noches de los sábados en cosas muy productivas -de reproductivas ni hablamos-, pero todavía tiene que empeorar mucho la cosa para que me dedique a colgar carteles, como hicieron en Armilla el pasado fin de semana a lomos de una furgoneta de mantenimiento del propio Ayuntamiento.
Entiendo que quienes colocaron la pancarta no estaban en horario de trabajo, porque entonces quizás habría resultado más económico hacerlo de día.
Reconozco a los compinches de Armilla el empeño por hacer cosas originales, aunque todavía sigo sin lograr interpretar algunas de las ocurrencias.
De cuando en cuando me envían anónimos por correo postal, con su sello costeado y todo. El último fue esta recreación de los enredos armilleros utilizando a los personajes de los Simpson. A lo más que he llegado ha sido a encontrarle cierto parecido razonable a Gerardo Sánchez y a Jose Luis Castillo con los muñecotes.
Lo de la pancarta también tiene su intrahistoria. Ese trozo de brazo que sujeta la escopeta está sacado de una foto de Sebastián Pérez que circuló por Internet y que quien la filtró -se entiende que para mal- erró en la fecha y la compañía.
A veces hay que cerciorarse antes de apretar el gatillo. Sobre todo si el blanco es de los tuyos.
Otro día les hablaré de una alcaldesa que está en el punto de mira y ya no puede esquivar más balas.
Otros rumores en twiter @quicochirino
Tenemos que criticar el uso publico con carácter partidista, pero eso es lo mismo que la revistica que pagamos todos los granadinos en ideal todos los fines de semana del señorito perez ortiz.