A todo gobierno se le concede una tregua de cien días antes de pasarlo a cuchillo. En el Ayuntamiento el análisis interesante habrá que hacerlo dentro de otros tres meses, cuando pasen las elecciones generales. Del resultado que PP y PSOE obtengan a nivel nacional -y de que Luis Salvador consiga plaza de diputado- dependerá también el futuro de la plaza del Carmen; aunque ninguno de los protagonistas vaya a confirmarlo. Escrito queda.
E inevitablemente, con el invierno, se volverá a cuestionar la continuidad de José Torres Hurtado, por más que la persona que suscitó el debate ahora pretenda hacer creer que todo fue un invento mediático.
Pongamos que esta teoría de la conspiración tiene tres actores: José Torres Hurtado, Luis Salvador y el Partido Popular, dicho así, como cosa abstracta y colectiva. Pues de los tres, el único que nunca ha anticipado -ni en público ni en entornos reservados- que el alcalde se vaya a marchar prematuramente es el propio alcalde. Un matiz a tener en cuenta.
El resto lo ha insinuado, ha sembrado la duda o alimentado la sospecha. Aquel comunicado en tercera persona, donde Luis Salvador y el todavía regidor en funciones posponían el debate sobre Torres Hurtado hasta después de las generales, será el punto de referencia.
En los días sucesivos a aquel almuerzo en el Asador de Castilla, muchos de los actores secundarios filtraron que había un pacto entre caballeros, incluso, un documento firmado. Tenían que agarrarse a algo para justificar el cambio del guion.
Yo me quedo con lo que el me dijo el protagonista en el despacho de Mariana Pineda. Que su intención es seguir otros cuatro años.
¿Y sabes que es lo peor de todo?
Que el PSOE de Granada: envidioso, borrico y cerril como es (ojo: el de Granada, no digo nada de otras ciudades, autonomías o el nacional) va ha ser el que más paliza va a dar con el tema. Tres meses dalequedale y dalequedale…
¡Oh dios!: y yo que tenía buenos conocidos en ese partido antes de que “los nuevos” mataran a sus ex-compañeros…
El tercer actor no es el PP, Chirino, es «Don Sebastían»; y lo sabes. En cuanto a Pepe Torres, puedes dar por seguro que no se va, salvo causa de fuerza mayor. La pena es que esta ciudad esté gobernada por un político amortizado, de otros tiempos, y por una pandilla de subalternos. Luis Salvador lo pagará en las urnas. Al tiempo.