Probablemente haya más gente capaz de descifrar un recibo de la luz que una papeleta del Senado. Las listas abiertas y las cruces se prestan a manipulaciones y conspiraciones que se repiten elección tras elección. Rara es la ocasión en la que no se especula con la posibilidad de que un candidato esté haciendo campaña en contra de un compañero de su propio partido porque no haya sitio para los dos.
En vísperas del 20D volvió a ocurrir. Se extendió el rumor de que una cuerda del PP pudiera andar repartiendo papeletas preparadas sin el aspa de Sebastián Pérez. Verdad o mentira, resultó creíble.
Sin embargo, los resultados no trajeron ninguna sorpresa en la capital. Aunque el resultado final convirtió en senadora a la concejala Rocío Díaz por encima de quien le antecedía en la lista, Luis González.
Rocío de Molvízar, donde sorprendentemente fue la candidata más votada –por delante de los tres del PSOE–, y sacó más de 240 votos de diferencia a sus dos compañeros populares, sobre una participación que no llegó a 1.800 votantes.
Salvo que Rocío Díaz tenga una prima en Molvízar, detrás de esta jugada –que a la postre resultó decisiva– hay alguna maniobra.
Aunque en el PP de Molvízar no son capaces de esas cosas.
La única maniobra de que tengo noticia son las instrucciones de Don Sebastian para que en la candidatura al Senado sólo se vote su candidatura. Además, esto es muy propio del personaje. ¿ O no?.