Al alcalde de Otura le atribuyen unos correos electrónicos donde recomienda a una lista de vecinos para trabajar en una nave de jamones. De momento, no está confirmado que se despidiera de su interlocutor con el saludo de ‘compi jabugui’.

De entrada, Nazario Montes me merece el respeto y admiración de un alcalde que, lejos de aburrir a sus paisanos con carreras de saco y Paquito el Chocolatero, les brindó en las fiestas una jamonada popular. Socialista, en este caso.

Visto así, cualquiera podría incluso elogiar que el alcalde se preocupe tanto por sus vecinos que les busque un curro pata negra. Salvo con el ligero detalle de que el Ayuntamiento tenía supuestamente paralizada la obra de la nave de marras por carecer de licencia.

Ya lo dice el refranero popular, con el que yo mismo me identifico: ‘Dame pan con jamón y llámame tonto’.

El tema podía haber quedado en una anécdota si no fuera por la esperpéntica argumentación que ha dado el alcalde. Cualquiera de las dos.

Se olvida Nazario de que el problema no es que haya recogido currículos, ni las hipotéticas afinidades políticas de los seleccionados. Sino que el alcalde conociera la situación irregular de la obra y lejos de atajarla colaborara implícitamente a poner en marcha la actividad.

Aún hoy, el regidor socialista no ha aclarado qué ha hecho tras trascender lo sucedido. Ni ha negado ni explicado el supuesto correo electrónico difundido por el PP donde el alcalde indica que, de entre todos los candidatos, se empiece presuntamente por el familiar de un concejal.

Tampoco la dirección del PSOE ha dicho si comparte o reprueba esta manera de gestionar un ayuntamiento.

Bien haría en reaccionar. Antes de que puedan salir nuevos correos.

Que hasta de jamón se harta uno.

Respuesta del alcalde de Otura

Cuando ya tenía asumido que mis artículos pasaban desapercibidos, Nazario  Montes me hace llegar una nota de prensa como respuesta a este artículo del blog. Tal detalle merece que se reproduzca tal cual.

«En todo momento he actuado en el marco de la legalidad y en función del interés general del municipio, sin interferir en ningún momento en el proceso de selección. Reitero que tan sólo me limité a hacer llegar a la sociedad los currículum de los que, en ese momento, disponía con la intención de atender a aquellos con una situación de mayor emergencia, con independencia absoluta del color político.

Prueba de ello es que en la empresa acabaron trabajando personas afines a representantes de todas las formaciones políticas, pero también personas sin ningún tipo de filiación o parentesco con representantes de las fuerzas políticas, todos ellos incluidos en las listas.

Fue la propia empresa quien contactó conmigo para solicitarme la necesidad urgente de contratar personal, por lo que, repito, me limité a trasladar las solicitudes que en ese momento disponía.

En relación al proceso administrativo de autorización y licencias de la empresa, que fue un procedimiento previo, me encontré, con la llegada a la Alcaldía, que se estaba realizando una serie de obras en las instalaciones de la antigua sociedad Polanco, previa concesión de una licencia para obra menor en nave sin uso, y con la última finalidad de instalar un secadero de jamones.

Consideré que esta actuación no era posible realizarla con este tipo de licencia y requerí a la empresa que subsanase esta situación mediante la solicitud de la pertinente licencia de obra mayor y de actividad, entendiendo que no habría ningún tipo de reticencia por su parte para resolver este problema y confiando en su rápida resolución en interés propio de la sociedad.

La Junta de Gobierno Local, presidida por mi persona, celebrada el 20 de julio de 2015 acordó la suspensión y paralización de las obras hasta la culminación de dicho trámite, confiando totalmente en que todo se resolvería favorablemente, dado que las objeciones técnicas eran subsanables.

Por otro lado, es sobradamente conocido que en todas las fiestas populares de todos los municipios, las empresas participan de diversas formas, y en este marco y no en otro, la empresa en cuestión participa con una degustación de sus productos, sin más intención, entiendo, que darse a conocer dentro del municipio.

La relación del Ayuntamiento con esta empresa, como con cualquier otra que evidencie su interés de crear empleo y desarrollo en el municipio, no puede ser otra que de normalidad, pero también de respeto a la legalidad. Y eso es lo que ha rodeado todo el procedimiento. Todo ello,con independencia de las resoluciones administrativas que deban de dictarse, aunque estas puedan ser contrarias a los intereses de la empresa y por muy severas que sean.

En mi conciencia está que la actuación ha sido realizada con estricto respeto a la legalidad vigente y procurando el beneficio de toda la comunidad. Si alguien no lo considera así, en especial el PP, le insto a que, si aprecia algún tipo de responsabilidad civil, administrativa o penal, ejercite las correspondientes actuaciones».