Juanma Moreno ha presidido hoy la junta directiva provincial del PP. El líder de los populares andaluces cada vez acude a más actos en Granada, aunque cada vez responda a menos preguntas.

Y, claro, se nos quedan cuestiones relevantes por aclarar. Por ejemplo, si le gustan más las malagueñas playas de arena o las piedras del litoral granadino. Donde irá este verano Juanma a ponerse moreno. Si Mariano Rajoy ha aprendido a comerse la cassata con cucharilla. Y ya en el capítulo de las cosas intrascedentes, qué opina el presidente del PP andaluz, por ejemplo, de que algunos de sus concejales resolvieran de prisa y corriendo la multa del bloque de pisos donde vive el exalcalde Torres Hurtado, tan sólo ocho días antes de que los populares perdieran la alcaldía.

Los jueces están para sentenciar sobre el delito pero los dirigentes políticos deben administrar con juicio la vergüenza, la ética y la estética. Una cosa es el trullo y otra el chanchullo.

Hay momentos en los que un político tiene que dejar clara su posición ante situaciones que, cuando menos, suscitan debate.

Y entre ellas está que un alcalde cambie las competencias de sus concejales a 48 horas de unas elecciones para que le concedan una licencia de primera ocupación a un inmueble -el suyo, en concreto- que tenía abierto un expediente disciplinario.

Nadie dice que sea delito. Tan sólo es lo que parece.

Por ahora, no sabemos qué opinión le merece esta manera de proceder ni al presidente provincial del PP ni al regional. Y ya puestos, tampoco conocemos en qué ha quedado el expediente disciplinario que el partido abrió a Isabel Nieto hace nueve meses. Ni si se ha avanzado algo sobre la suspensión cautelar de militancia a la exconcejala de Urbanismo y a Torres Hurtado.

Conviene que Juanma Moreno aclare todas estas preguntas.

O sólo cabría pensar que alguien está usando a sus compañeros y a la prensa para taponar crisis internas.