Terminaron mis vacaciones, que para mí no han sido suficientemente largas aunque para mis lectores -si aún queda alguno- habrán resultado excesivamente cortas. Pero estamos rodeados de contradicciones. Hasta el punto de que, a veces, las cosas son lo que parecen.

Por ejemplo, ha llamado la atención que la asamblea del PSOE de la capital reiterara el lunes el último posicionamiento que aprobó el comité federal, hasta provocar que a Rajoy, antes de que cante el gallo en la misa de Navidad, le hayan negado tres veces.

La agrupación no ha dicho nada que su líder, Chema Rueda, no manifestara a puerta cerrada en el último cónclave provincial. El problema es que el posicionamiento de los socialistas capitalinos se parece más a lo que desea Pedro Sánchez que a lo que pretende Susana Díaz. Y quizás también que en la asamblea del lunes estuvieran presentes varios cargos del gobierno andaluz.

El curso político ha empezado en Granada -otra vez- con las infraestructuras como protagonista. Es lógico en una provincia que cumple más de 500 días sin trenes -a lo mejor en esto consistía el Milenio-.

Sin embargo, es contradictorio que, pese a la importancia de las obras públicas, de los siete diputados granadinos en el Congreso, sólo uno -Luis Salvador- aparece oficialmente en la web como miembro de la Comisión de Fomento. El resto ha preferido otras funciones desde las que podrán aportar mucho más a esta provincia.

Concha de Santa Ana, hasta ahora la especialista en los asuntos del AVE, dice en Twitter estar ‘adscrita’ a la Comisión de Fomento; aunque la nota de prensa que envió su partido obvió este novedoso rol. La ficha de la web la ubica a la diputada en otras tareas, recorriendo el mundo en avión. Concha de Santa Aena -perdón, Santa Ana-, es aparentemente vocal de Asuntos Exteriores y suplente de la delegación española en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Supongo que por lo del AVE a la Meca.