FOTO: Alfredo Aguilar

Supongamos que alguien viniera de una planeta lejano y se le estropeara la nave espacial como a Gurb. De Puigdemont lo más que le sorprendiera fuese su peinado, le importara un bledo que Piqué deje la Selección y se encontrara con esta foto de las primarias del PSOE de Granada. Si le preguntásemos cuál de los cuatro ha ganado, tras analizar el rictus de los protagonistas -y pese a disponer de un lector de reconocimiento facial, que para eso es extraterrestre-, probablemente, el último que diría vencedor sería el segundo por la derecha.

Habría que explicarle que, en las noches electorales, es habitual que los perdedores sonrían y hasta argumenten que han ganado. Que los políticos encajan los dientes instintivamente cuando ven una cámara. Y que Pepe Entrena es un hombre templado -tirando a frío- en sus celebraciones.

Aunque nuestro extraterrestre -que para ese momento ya habría archivado gigas de documentación- quizás nos haría una interpretación distinta para demostrarnos que en la tierra no nos enteramos de nada.

En realidad, la foto -dice- es lo que parece. Teresa Jiménez y Elvira Ramón han ganado otro pulso interno aunque otra vez pronosticaban el fin de un ciclo. Y esta vez lo han hecho sin el apoyo expreso de la dirección regional. Por su parte, Noel López, sin el respaldo ni del aparato político ni institucional, ha conseguido el 48,5% de los votos.

Pepe Entrena tiene el difícil encargo de gestionar la victoria y reconciliar las dos mitades del PSOE granadino. Y no tiene otro camino que el de la integración. De lo contrario, el sector de Noel podría disputar aún la elección de delegados y complicar el congreso del 21 de octubre.

“Los dos se ven con buena disposición”, analiza una dirigente influyente. Entrena debe afrontar ese camino sin ataduras, aunque recibirá presiones de todos los sectores.

Quizás por eso tiene esa cara de celebración contenida. Porque lo complicado es el 2 de octubre.