Javier Arenas se ha puesto de perfil, física y metafóricamente, en su declaración hoy en el juicio de Bárcenas. Cuestionado por las anotaciones en los papeles del extesorero que supuestamente le comprometen, el ex secretario general ha acudido al argumentario de Mariano Rajoy y ha venido a decir, más o menos, “ese Javier Arenas del que usted me habla” no tiene nada que ver conmigo.
La humanidad está preparada para sobrevivir a una pandemia, pero no a dos Javier Arenas.
También ha hecho un escorzo Eugenio Nasarre, ese paracaidista de las listas del PP que coleccionaba más libros y hasta los leía, cuando ha concluido que el dinero que recibieron provenía de donantes anónimos cercanos al PP. Por cual, no serían tan anónimos.
Lo que se está viendo en este juicio de Bárcenas es una manera de gestionar los partidos que, por fortuna -o ausencia de la misma-, ya ha desaparecido.
Entre otras cosas, porque no existen donantes anónimos tan generosos.