Dice Juan Marín que Luis Salvador será el alcalde hasta 2023 y que “no hay debate”. Otra de las frases recurrentes de los políticos es aquella de “eso no es noticia”. Ocurre que, afortunadamente, son todavía los periodistas quienes deciden la relevancia informativa de las cosas; y así será mientras su criterio se corresponda con los intereses de la audiencia. 

Debate, lo que se considera debate, un poquito sí que existe sobre la alcaldía granadina. Y Juan Marín lo sabe, porque en este entuerto el primer conflicto al que se enfrenta es al que mantiene consigo mismo. 

La realidad y sus metáforas aleatorias nos resumen a menudo los acontecimientos mejor que las palabras. Este jueves, mientras el secretario general del PP de Granada, Jorge Saavedra, terminaba de meter fuego al Ayuntamiento, el alcalde, Luis Salvador, presentaba dos camiones de bomberos. Y entre socios de gobierno, se terminaron pisando la manguera. 

Estoy dispuesto a aceptar que los diez concejales que forman el bipartito vayan a “trabajar al 120%” de manera individual y por libre. Pero este gobierno municipal ya no puede hacerlo en equipo porque se ha roto. No lo dice un periodista, lo han representado ellos. 

El PP ha reivindicado por primera vez en público la alcaldía de Granada, aunque admita que no le salen -todavía- las cuentas.

No le falta uno, le sobran dos. 

Las conversaciones han comenzado a nivel local también este jueves. Puede pasar cualquier cosa. Hasta que todo acabe en fuegos de artificios.

Otro compinche ‘bieninformado’ me apunta que lo mismo se trata de empezar a depurar de un lado y de otro por si, a corto plazo, se consuma la absorción de Ciudadanos. 

Entonces sí que no habrá debate.

Foto: Algarra