El PSOE de Granada celebró el sábado su ejecutiva y la reunión transcurrió como se esperaba. Hace tiempo que esta agrupación se mueve en la neutralidad táctica; y no le ha ido mal. Desde que en aquel congreso federal le hicieron pensar a Carme Chacón que eran de los suyos para después ser decisivos en la victoria de Rubalcaba.
[Apunte anecdótico: uno de los cabecillas del grupo de la catalana era el actual alcalde, Luis Salvador].
Muchos estaban pendientes el sábado de la decisión que adoptara el PSOE granadino; el segundo en número de militantes en Andalucía. También ha pedido -aunque sin votar- que se anticipen las primarias para elegir al candidato del partido a la Junta. Es la directriz que han dado desde Madrid, que es quien tiene las competencias según los últimos estatutos. Un reglamento que se votó en un comité del que muchos secretarios andaluces se levantaron. No lo hizo el de Granada [otro apunte anecdótico].
En la reunión del sábado no hubo pronunciamiento sobre los aspirantes en ciernes a esas primarias. Otra cosa es la interpretación de los circunloquios y los silencios.
Me llama un compinche ‘susanista’ y me cuenta que su grupo no entiende tantas prisas. Dan por hecho que habrá votación antes del congreso y no la esquivan. Pero rechazan que se plantee justo ahora, con la campaña de Madrid en efervescencia. Ya han hablado con el secretario general granadino -al que reconocen la unidad interna que ha conseguido- y le han trasladado la intención de apoyar a Susana Díaz en la provincia. Dicen que tienen representación en todas las comarcas y que el «5 de mayo se descubrirán las caras». «Las cartas no son malas», me apunta otro.
Los ‘sanchistas’ dan por hecho que la agrupación ya tiene la fe del converso. Que los que fueron de Susana siempre han sido de Pedro Sánchez.
Lo que sí puedo asegurar a esta hora es que el rumor interesado que hicieron circular es falso. Que Susana sigue firme en su propósito.
Esta será una semana de ruidos. Quizás a partir del 5 de mayo toquen los silencios.