Juanma Moreno ha desvelado en una entrevista en Antena 3 que centrará la campaña en su persona más que en las siglas del partido porque así tiene más posibilidades de superar la “trinchera ideológica”. Ha anticipado que compartirá dos o tres actos con Feijóo y que vendrán compañeros de fuera “muy específicos” para evitar que la campaña andaluza se “enturbie” con asuntos nacionales.

Ya no hace falta Pegasus. A ver ahora qué decimos los tertulianos y analistas políticos. 

Que esta era la estrategia electoral de Juanma quedó patente en el congreso del PP andaluz en el mes de noviembre. Algo más inusitado es que lo detalle públicamente. Es lo mismo que hizo Feijóo en su campaña a la Xunta para evitar que lo confundieran con el PP de Casado; salvo que ahora es el PP de Feijóo. 

La decisión de Juanma lleva a una reflexión mayor. Si los partidos son, hoy en día, organizaciones que susciten suficientes simpatías y adhesiones. O si el impacto positivo de las marcas se puede sostener durante mucho tiempo. Hemos visto cómo propuestas atractivas hace una década hoy son siglas residuales, alguna desaparecida y otras en peligro de extinción. 

Hasta la izquierda -que siempre basó la identidad en su reafirmación ideológica- hoy se difumina en nombres que podrían valer para cualquier otro cartel electoral. Y todos los partidos aspiran a ser transversales, como si todas las clases sociales tuvieran los mismos problemas y reclamaran las mismas soluciones. 

Ya solo les queda pretender ser equidistantes.