Llevo días pensando por qué el PSOE decidió emprender el camino hacia la autodescomposición. Por qué cuando parece que al fin podía salir a flote actúa como el buzo que se desprende de la bombona de oxígeno y se queda a merced de la tempestad.
Es lo que ha hecho esta tarde, en vísperas del comité federal, Pedro Sánchez: renunciar a la vía de negociación para jugárselo todo a una apuesta en la que el PSOE puede ganar a costa de que sea el PSOE el que pierda.
Alguien que ha vivido esta crisis desde dentro me cuenta un relato creíble, que aunque no lo justifique todo, al menos, lo explica. Estos son los argumentos que esgrimen los críticos para defender la espantada de los 17 dimisionarios.
Hay cosas que se cuentan y otras que se saben. Y en Ferraz, en los últimos días, se percibía la posibilidad de que Pedro Sánchez hubiera explorado en serio la opción de formar un gobierno alternativo. No hubo en la ejecutiva nada de crítica tras el fracaso electoral del pasado domingo. Al contrario, se intentó justificar que el retroceso socialista en el País Vasco, Galicia o Cataluña se debe a la desconexión del partido con el electorado nacionalista.
Fue Pedro Sánchez quien abrió la puerta con sus declaraciones: el que se quiera ir que se vaya. Y se fueron los necesarios como para dejarle en minoría; aunque quizás Pedro siga pensando que en política, como en la cama, tres son multitud.
Los que se han ido sospechan que Sánchez tenía cerrado un acuerdo con los independentistas catalanes y Podemos y pretendía hacerlo público el domingo. Y hubo instrucción desde Andalucía para abortar esta operación, convencidos de que esa deriva arrastraría al partido en las plazas donde aún es fuerte.
Se ha intentado en las últimas horas encontrar una salida airosa. Y, a tenor de las declaraciones de Pedro Sánchez, puede que el partido se dirija a la única alternativa que le queda para sobrevivir.
Pasa por nombrar el sábado una gestora. Que sea ella quien administre la abstención que permita a Mariano Rajoy formar gobierno sin que Pedro Sánchez falte a su palabra. Retrasar el congreso extraordinario y darle la posibilidad de que se presente con su discurso intacto.
Y el que gane que empiece a «coser». Y que empiece por zurcir la boca del que pierda.
Todo impresentable en partidos que dicen respetar la demicracia,tanto la de las urnas como la interna del partido.
Han demistrado aplicar mordazas e ignorar la filosofia del partido.Dictadura pura y dura.Vanidad y autocracia. Ejem ya habia con Rosa Diez
De esa isma
Buenos días Chirino, ¿sabes lasmovidas del PP de Baza? merecen un comentario
http://baza.ideal.es/baza/noticias/201609/30/martin-tambien-cesa-fernando-20160930000312.html