Uno se da cuenta de que anda un pelín viejuno cuando llega a un mitin del PSOE y la única sintonía que reconoce es el ‘Bienvenidos’ de Miguel Ríos. El resto -para mí- no es más que un ‘chundachunda’ e intuyo que, probablemente, también lo sea para Juan Espadas. Cuando alguien no conoce una canción se limita a flexionar las rodillas con ritmillo.
El candidato se sube al atril y promete unidad y volver al gobierno. Supongo que esto no lo hará diferente del resto. Aunque yo me fiaría infinitamente más del que anunciara que, si gana, cuidará mejor a los suyos. Al menos, sabría que no me miente.
“¿Cómo ves Granada?”, me pregunta uno de los de Espadas. Y ambos coincidimos que el resultado en la segunda agrupación del PSOE andaluz está abierto.
Paco Cuenca apunta algo al oído al alcalde de Sevilla antes de intervenir. Tanto empeño ha puesto por desprenderse de la vitola de candidato del aparato que, en su tarjeta de presentación, aparece con tres militantes sin peso orgánico. Por allí está el secretario general de Jaén, Paco Reyes, en su día urdidor del frente antisanchista.
Unen más los intereses que las ideologías.
Y repaso las caras de los que están y las que echo en falta. Y me acuerdo de otros candidatos a primarias que se creyeron ganadores por los votos de Granada que contaron por anticipado.
-“Y la próxima semana estaré con Susana” -me dice un dirigente antes incluso de que me dé tiempo a preguntarle.
Veo al delegado del Gobierno, Pedro Fernández, de pie a espaldas de la tribuna. A Manolo Pezzi, sin taparse. A Gerardo Sánchez en prevenga. Pepe Entrena de anfitrión neutral. Al diputado malagueño Miguel Ángel Heredia; la secretaria general de Cádiz, Irene García; o la presidenta de la Diputación de Huelva, María Eugenia Limón; que si vienen desde tan lejos no serán tan neutrales.
Espadas insiste en que hay que pasar página del comité fratricida del 1 de octubre y hacer autocrítica de la derrota del 2 de diciembre. Entiendo que él no se incluye como parte participante en ninguno de los dos capítulos. Y se ofrece como la opción de los que estuvieron con unos y con otros. Aplausos.
Es entonces cuando entiendo el verdadero significado de estas primarias socialistas. No hace mucho que eran los mismos.