En contra de la opinión generalizada, me parece bien que a los diputados les subvencionen las copas en la cafetería del Congreso; así se evita que hagan botellón en la puerta.
Un cubata de cuando en cuando -con moderada moderación- no te ayuda necesariamente a ver las cosas más claras, pero sí que puede contribuir a que te olvides de las cosas turbias.
De todas formas, hay políticos que las mayores barbaridades las dicen cuando están sobrios y no cuando se han bebido el ‘ebrio’.
Por ejemplo, les cuento el caso de un alcalde que en la pasada feria del Corpus se dirigió más o menos de esta forma a una compañera de partido cuando la vio entrar en una caseta: “Cómo es que han dejado entrar aquí a una delincuente”.
Este alcalde debería saber, como ha dicho el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, en referencia a Ana Mato, que si su compañera ha sido -supeustamente- engañada por su marido, no se convierte automáticamente ni en tonta ni en delincuente.
Me dicen que la ofendida telefoneó a una persona cercana al chistoso regidor y le hizo llegar -metafóricametne hablando- algo más que palabras.
Hay veces en las que uno quiere hacer una gracia y ni siquiera te la ríen tus cuatro palmeros.
Esos que te lo aplauden casi todo.
Estoy harto de la censura de Ideal, creía que esto correspondía a tiempos pasados.
Las críticas a la gestión no se limitan. Los insultos y los ataques personales de mal gusto, sí
Chirino, con todos mis respetos, publica mi comentario borrado y que sean los lectores los que juzguen. Verán que no existe tal insulto y en cuanto a posibles ataques personales, no son más que opiniones libres. Que el lector decida porque es fácil desde tu posición no editarle un comentario a alguien simplemente por que a ti como persona, no como periodista, no te guste. Un saludo y más pluralidad