Quizás porque ya estamos en precampaña y están prohibidas las inauguraciones, algunos no acudieron a la ceremonia de apertura de la Universiada.

Ante la imposibilidad de cortar cintas proliferan las visitas, que vienen a ser un paseo como el que no quiere la cosa por una obra que acaba de estrenarse.

Son días de visitas -con ‘s’-. Da igual que sea alrededor de una rotonda o por los laboratorios del nuevo hospital, que lleva más días ‘visitado’ que funcionando. Me ha extrañado doblemente que el alcalde, José Torres Hurtado, participara esta mañana en la tournée; aunque reconozco que al hacerlo ha estado a la altura institucional que le corresponde. Primero, porque hace menos de 24 horas estaba recriminando a la presidenta andaluza, Susana Díaz, que no acudiera a la apertura de la Universiada. Y segundo, porque hace una semana que su partido denuncia a diario que -a su juicio- ese mismo hospital va camino de los 1.300 días sin uso.

Se habla de elecciones y de listas, que se anunciarán en una semana -no he dicho decidirán-.

Es el momento en el que los periodistas nos divertimos metiendo en las quinielas nombres que sabemos con certeza que no tienen ninguna opción de prosperar.Sucede que la verdad, a veces, es demasiado aburrida.

Mucho más divertido el divorcio entre PSOE e IU, que ha provocado que se critiquen hasta las situaciones que hasta hace un par de semanas se compartían.

Esta fue, por ejemplo, la valoración que la formación de izquierda hizo del nuevo delegado de Fomento y sustituto de Manuel Morales.