Julio de 2002. Alfredo Landa camina junto a Nino Manfredi por las calles de Granada acompañados por un equipo de rodaje al frente del cual está el granadino director Miguel Hermoso. La claqueta chiva el nombre de la película en la que trabajaban, ‘La luz prodigiosa’.
El personaje que interpreta Landa, Joaquín, encuentra al anciano al que muchos años antes, durante la Guerra Civil, había ayudado a escapar de sus verdugos que creían haberlo fusilado y que malvive por las calles de la ciudad pidiendo limosna. Joaquín se empeña en devolverle su pasado, que desemboca en la verosímil posibilidad de que se trate del poeta Federico García Lorca, que no murió asesinado en esa aciaga noche de agosto del 36.
La bella fábula basada en la novela homónima de Fernando Marías, trajo a Granada al actor navarro que aseguró que el personaje de Joaquín era uno de los tres más importantes de toda su carrera. También fue su último gran papel. Después de la experiencia granadina haría dos películas más, ambas con José Luis Garci, ‘Tiovivo C. 1950’ y ‘Luz de Domingo’.
La película se estrenó en el Teatro Isabel la Católica de Granada el 27 de enero de 2003. A su estreno acudieron su director, la actriz Kiti Manver y el mismo Landa.